México es un destino ideal tanto por su diversidad cultural como por su riqueza natural. La cantidad de paisajes y ecosistemas a lo largo y ancho del país es apabullante, pero definitivamente los bosques de todo el territorio son dignos de admiración. Existen varios pueblos cuyos alrededores parecen sacados de una película de fantasía, entre árboles gigantescos, cascadas y cadenas montañosas. Aquí te dejamos algunos pueblos mágicos en medio de bosques con los paisajes más espectaculares, ideales tanto para lxs fanáticxs del ecoturismo como para quienes buscan relajarse y conectar con la naturaleza.
¡Viajen, disfruten y compartan!
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Batopilas
Al fondo de las barrancas y los cañones de la Sierra Madre Occidental, Batopilas es uno de los secretos mejor guardados del estado de Chihuahua. Sus imponentes paisajes montañosos te acompañan desde la bajada sinuosa por la ruta conocida como Senderos de Plata, la cual vale la pena recorrer sin prisas para parar a admirar las panorámicas de los peñascos desde los miradores a lo largo de la carretera. El nombre de este pueblo mágico deriva de una de las minas más importantes de la región, la cual vivió un esplendor particular en el siglo XVIII y cuyos centros mineros (Batopilas y La Bufa) todavía se pueden visitar para contemplar el paisaje desde los distintos miradores..
Aculco
Ubicado en la montaña entre peñas, bosques y cascadas, este pueblo mágico del Estado de México presenta un clima lluvioso la mayor parte del año, el cual solo enfatiza la atmósfera acogedora del lugar. Entre los atractivos naturales destacan el balneario municipal y las cascadas La Concepción y Tixhiñú, la primera con una caída de 25 metros y la segunda con una de 15, que corren sobre formaciones rocosas de prismas basálticos perfectos para practicar rappel.
El Oro
A tiro de piedra de la CDMX, este pueblo en el Estado de México es uno de los vestigios más importantes del esplendor minero del país. La arquitectura neoclásica de sus edificios más emblemáticos contrasta con los bosques de pino y cedro alrededor de la localidad. A las afueras de El Oro se encuentra la Presa Brockman, un cuerpo de agua a cuyas orillas se puede acampar y hacer picnics. Además, entre los meses de octubre y marzo, las mariposas monarca comienzan a llegar al santuario La Mesa en un espectáculo incomparable.
Huasca de Ocampo
El primer pueblo mágico de México se encuentra en Hidalgo y aquí se respira una atmósfera natural cargada de historia. Los espectáculos naturales en las inmediaciones de Huasca son uno de los principales atractivos de la región, empezando por los icónicos prismas basálticos bañados por cuatro saltos de agua. Por otro lado, el centro ecoturístico Bosque de las Truchas ofrece una enorme variedad de actividades como renta de lanchas, tirolesa, pesca deportiva y recorridos a caballo cuatrimoto, además de un parque acuático con todo y toboganes. Finalmente, Peña del Aire es una parada obligatoria para lxs amantes del montañismo, los deportes extremos y los campamentos.
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Tepoztlán
Arropado en las faldas del Tepozteco, este pueblo mágico que vive en el corazón de todxs lxs chilangxs está rodeado de una belleza natural que vale tanto la pena como el Ex Convento y el museo de arte prehispánico. Alrededor de Tepoztlán se encuentran tres parques naturales imperdibles para lxs fanáticos de la naturaleza: el corredor biológico Chichinautzin, el Texcal —en cuyo balneario podrás pasar un día en familia estupendo— y el Tepozteco, en cuya cima se encuentra el templo de Tepoztécatl, el dios del pulque.
Tapalpa
Este encantador pueblito blanco en Jalisco es el paraíso para lxs amantes del ecoturismo. Está rodeado de bosques y valles, entre los que destacan el Valle de los Enigmas y el Valle de los Frailes, un conjunto de formaciones rocosas que te dejarán sin aliento. Uno de los atractivos naturales más representativos es Salto del Nogal, una imponente cascada con una caída de 105 metros entre bosques de encino y oyamel. A sus pies, las pozas de agua cristalina son perfectas para nadar y practicar remo y kayak. No es de sorprender que, en medio de este paisaje, la mayor parte de la producción artesanal se base en la talla de madera.
Mazamitla
Este pueblo mágico enclavado en la Sierra del Tigre en Jalisco se conoce como ‘la Suiza mexicana’ debido a sus paisajes boscosos y la producción tradicional de productos lácteos. Ya sea que lo tuyo sean el ecoturismo y los deportes de aventura, o que más bien prefieras pasar unas vacaciones relajadas y en conexión con la naturaleza, en las más de seis mil hectáreas de bosque encontrarás un plan para todos los gustos. Para los más valientes, es posible escalar el Pico de la Sierra del Tigre, desde donde podrás disfrutar de las mejores vistas de la región.
