La Ciudad de México es un tesoro subterráneo de arte y cultura, y sus estaciones de metro son una muestra de ello. Con 195 estaciones distribuidas en 12 líneas, el metro de la CDMX es una de las redes de transporte público más grandes de América Latina. Cada estación es un mundo aparte, con un encanto único que la distingue. Desde murales que narran la historia de México hasta homenajes a figuras icónicas del deporte y la música, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro ofrece a sus usuarios una experiencia estética y cultural inigualable. Aquí seleccionamos algunas estaciones que destacan por su belleza y originalidad.
Zapata
En la estación Zapata encontrarás murales que rinden homenaje a algunos de los más célebres caricaturistas mexicanos, como Rius, El Fisgón, Polo y otros artistas que han hecho contribuciones significativas a la caricatura y al humor gráfico en México. Los murales incluyen representaciones de personajes y estilos característicos que reflejan la rica tradición de sátira en el país. Este homenaje no solo enriquece la experiencia visual en la estación, sino que también subraya la importancia del arte gráfico nacional. Los murales están ubicados en puntos clave dentro de la estación, como en los pasillos del transbordo hacia la Línea 12, y viceversa, así como en las paredes principales, para que sean visibles y apreciados por los pasajeros. Por este detalle es una de las estaciones más icónicas y un punto de interés cultural.
División del Norte
Ubicada en la Línea 3 del metro, la estación División del Norte, es conocida por su decoración que rinde homenaje a la música mexicana, en particular a los compositores y músicos destacados del país. La decoración incluye representaciones gráficas de compositores como Manuel M. Ponce, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, Julio Salazar, y otros músicos que han dejado una huella significativa en la música clásica y popular mexicana. Los murales combinan elementos visuales como notas musicales, partituras, instrumentos y otros elementos gráficos que evocan el mundo de la composición musical. La decoración de la estación División del Norte no solo embellece el espacio, sino que también proporciona una oportunidad educativa para los pasajeros, al introducirlos a la rica historia de la música mexicana y a sus compositores más influyentes. En 2021 fue inaugurado un karaoke, en la entrada de la estación, como parte de un programa piloto que buscaba ofrecer a los pasajeros una forma divertida y creativa de pasar el tiempo mientras esperan su tren. La instalación incluía un pequeño escenario con micrófono y pantalla para seguir las letras de las canciones. Fue todo un éxito.
Polanco
La estación Polanco, situada en la Línea 7, es famosa por sus escaleras mecánicas decoradas con un diseño que imita las teclas de un piano. Este diseño es tanto estético como funcional, agrega un elemento visualmente atractivo y suma diversión a la experiencia del pasajero. Las escaleras de piano rinden homenaje a la música y a la cultura, reflejando el estilo moderno y vibrante de la zona de Polanco, que es conocida por su vida cultural y sus áreas de entretenimiento. Las escaleras de piano no solo funcionan como un atractivo decorativo, sino que también pueden captar la atención de los pasajeros y promover la activación física, ofreciendo una alternativa a las escaleras eléctricas.
San Lázaro
La estación San Lázaro es un espacio que constantemente se renueva y sorprende a sus usuarios. Aunque tradicionalmente, la estación ha sido reconocida por su temática revolucionaria, recientemente ha experimentado una transformación con la incorporación de una nueva exposición de mosaicos. Se trata de la exposición ‘San Lázaro Iluminado’, una colección de 26 obras a gran escala, del fotógrafo estadounidense David LaChapelle, que se exhiben en los ventanales de la estación y que tienen como temática plasmar la diversidad del amor. Esta iniciativa promete ofrecer una experiencia artística innovadora y accesible para todos los usuarios del metro y público en general.
Auditorio
La estación Auditorio está diseñada para reflejar la conexión con el Auditorio Nacional, un importante recinto cultural y musical que se encuentra a las afueras de la estación. Las paredes del subterráneo están adornadas con coloridos mosaicos que representan a grandes figuras de la música a nivel mundial. Desde Elvis Presley hasta Los Beatles, pasando por Freddie Mercury, cada mosaico es un pequeño homenaje a un artista que ha dejado huella en la historia de la música. Además de los mosaicos, encontrarás representaciones de diversos instrumentos musicales, como guitarras, pianos y baterías, que complementan la temática musical de la estación. Los colores vivos en los mosaicos y en el resto de la decoración crean un ambiente alegre y dinámico. Muchos usuarios del metro aprovechan para tomarse fotos junto a sus artistas favoritos o simplemente para disfrutar del ambiente musical que se respira en los pasillos y las escaleras del lugar.
La Raza
En el pasillo que enlaza la línea 3 y la 5 de la estación La Raza, encontrarás una de las estaciones de metro más bonitas de la CDMX, ya que durante tu recorrido a pie te encontrarás con el Túnel de la Ciencia, el cual se considera como el primer museo científico-cognoscitivo del mundo. Su construcción data del año 1988 y su propósito es la divulgación de la ciencia y la tecnología entre los usuarios del metro que caminan por ahí. Estando ahí, es posible observar paneles fotográficos con diversos temas que van cambiando de acuerdo a la temporada. Definitivamente llamará tu atención.
Metro Viveros y Derechos Humanos
Gracias a su temática, la estación Viveros se ha convertido en una de las favoritas de los usuarios del metro. Sus paredes están completamente cubiertas por murales que representan la exuberante vegetación de la Selva Lacandona, en Chiapas. Desde árboles gigantes hasta animales exóticos, cada detalle te hace sentir como si estuvieras caminando por una verdadera jungla. Uno de los elementos más llamativos de la estación es un puente colgante de 12 metros de largo, este puente, adornado con una boa gigante y un tigrillo, te hacen sentir, al menos por un momento, en una aventura selvática. Además de los murales, la estación cuenta con una gran cantidad de vegetación artificial, como árboles, lianas y helechos, que contribuyen a crear una atmósfera selvática aún más realista. La decoración de la estación Viveros busca conectar a los usuarios con la naturaleza y crear un espacio de tranquilidad en medio del ajetreo de la ciudad.
Bellas Artes
La estación Bellas Artes presume una decoración que fusiona la elegancia clásica con el arte mexicano. Una de las características más distintivas de esta estación es su entrada, una réplica exacta de las entradas del metro de París diseñadas por Hector Guimard. La estructura de hierro forjado y vidrio, con su característico estilo Art Nouveau, fue un regalo de Francia a México y se inauguró en 1998. En el transbordo de la Línea 2, también encontrarás reproducciones de los murales de Bonampak, creados por la pintora mexicana Rina Lazo. Estas obras de arte prehispánico te enseñan sobre la antigua civilización maya. La decoración de la estación se inspira en el Palacio de Bellas Artes, uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México. Los materiales y los colores utilizados en la estación reflejan la opulencia y la belleza de este palacio.
Zócalo
Esta estación es un verdadero museo subterráneo que sumerge a los pasajeros en la historia de Tenochtitlan y la Ciudad de México. La estación cuenta con impresionantes maquetas a escala que recrean la antigua Tenochtitlan, la capital del imperio azteca. Estas maquetas te permiten visualizar cómo era la ciudad antes de la llegada de los españoles. La estación incorpora elementos arquitectónicos inspirados en la arquitectura prehispánica, como columnas y relieves que representan dioses y símbolos aztecas. La estación Zócalo está diseñada para integrarse con el entorno urbano y conectar visualmente con el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.
Copilco
Los murales de esta estación son un verdadero espectáculo. El artista Guillermo Ceniceros plasmó en sus paredes un recorrido por la historia del tiempo, desde el origen del universo hasta la actualidad. El mega mural, de 1,000 metros cuadrados, cubre casi toda la extensión de los andenes y se divide en cinco paneles principales, cada uno representando una etapa clave de la historia: en el primero se muestran pinturas rupestres y figuras prehistóricas. Luego viene una representación de las culturas olmeca, teotihuacana y totonaca. Seguido de imágenes que muestran la grandeza de los imperios mesoamericanos y la llegada de los españoles. Pasando por el México contemporáneo en donde representa la lucha por la independencia y la construcción de la identidad mexicana. Para finalizar con una visualización del futuro lleno de esperanza y progreso. El mural está realizado con una técnica mixta que combina acrílico y fibra de vidrio, lo que le otorga una textura y profundidad únicas. Tan bello y asombroso que te olvidas de estar en una estación del metro.