Si vives en la CDMX, sabrás que el ritmo apurado y el escándalo de la ciudad son parte de su encanto, pero a veces necesitamos un respiro. Caminando por la colonia Roma —muy cerca de la Plaza Río de Janeiro—, encontramos una pared cubierta de graffiti que no pasa desapercibida. Sin embargo, lo que menos esperábamos era que en el centro se abriera una puerta que te lleva directamente a un jardín secreto y, detrás de este, uno de los restaurantes más lindos de la zona. Este restaurante se llama Chuí, tienen pizzas, hacen el pan en casa y todos los platos son vegetarianos.


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Un jardín escondido en medio de la Roma
Justo enfrente de la Parroquia de la Sagrada Familia, a unos pasos de la Plaza del Río de Janeiro y la Casa de las Brujas, Chuí es un restaurante que nos invita a alejarnos del ajetreo de la ciudad, pero sin desconectarnos de la belleza de la zona. Y es que la arquitectura industrial le da protagonismo a los paisajes, desde un jardín pacífico hasta un techo plegable que permite ver la torre de la iglesia.

Chuí: un restaurante para conectar
Chuí es uno de esos restaurantes que se prestan para toda ocasión: una comida con familia, una tarde de drinks con amigas o una cena romántica. Por supuesto, la atmósfera cambiará bastante dependiendo de dónde decidas sentarte, ya sea en el jardín o en las mesas frente a la cocina abierta. Lo que no cambia es la tranquilidad que impera en el lugar, que va en total concordancia con el menú plant-based que celebra los ingredientes provenientes de la tierra, sin que echemos de menos ni una sola vez los productos de origen animal.

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Fresco, apapachador y perfecto para compartir
El menú plant based de Chuí tiene un poco de todo. Para empezar, te sugerimos pedir varios ‘platitos’ —o entradas— al centro. Prueben la Focaccia a la leña hecha en casa y acompañenla con un paté de hongos o, si prefieren algo ligeramente más picante, unos Shiitakes a la plancha con chimichurri. Tampoco se pierdan el Aguacate con kimchi y leche de tigre, el Queso morral —asado con guayaba y chile güero— y el Elote amarillo frito —con alioli y mojo de pimientos—.

Para los fuertes, les recomendamos enormemente apostar por los Pimientos dulces y picantes —un guiño muy sutil a los chiles en nogada, pues vienen rellenos de hongos y cubiertos de labneh, granada y piñones—. Tampoco te pierdas el Arroz con hongos a la leña, o la Milanesa de berenjena con puré de camote. Si se trata de un grupo grande, también vale la pena probar las pizzas, que se preparan de inicio a fin frente a tus ojos.

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Postres absolutamente únicos
Finalmente, si hasta ahora Chuí ya había demostrado ser un restaurante con mucha propuesta, espera a llegar a los postres. Nosotras tenemos dos favoritos que además son diametralmente distintos. Por un lado, si te gusta el dulce, el Butterscotch es un plato pequeño pero contundente y muy cremoso. Por otro lado, si te quieres arriesgar algo absolutamente único, pide la Torta Vasca con compota de tomate y jalapeño. Es un postre intenso: cremoso, ligeramente ácido y picante, y aunque parezca una receta descabellada, en la boca termina de atar toda la experiencia de forma muy efectiva.

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Dirección: Orizaba 34, Roma Norte
Teléfono: 56 4912 2952
Sitio Web: chui.cdmx