París nos fascina. Será por su arquitectura romántica, sus calles llenas de historia, su arte, su gastronomía o simplemente por ese ‘no sé qué’ que la hace tan especial. Lo cierto es que la Ciudad de la Luz ha inspirado a muchas otras, y la CDMX no es la excepción. Entre sus calles también se esconden rincones que evocan esa vibra parisina que tanto nos gusta. Ya sea por su arquitectura, su historia o hasta su repostería, estos son algunos lugares en CDMX que te hacen sentir en París sin tener que cruzar el Atlántico.


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El metro de Bellas Artes
Puede sonar extraño, pero uno de los lugares más inesperados que te pueden hacer sentir en París es justo en la estación del metro Bellas Artes, una de las más transitadas y culturalmente importantes de la CDMX. En 1998, como parte de un intercambio cultural entre los sistemas de transporte de México y Francia, el Metro de París regaló a la CDMX una entrada estilo Art Nouveau, idéntica a las que adornan muchas estaciones en la capital francesa. Diseñada a principios del siglo XX por el arquitecto Héctor Guimard, esta estructura de hierro forjado en tono verde agua, con el clásico letrero de ‘Metro’, fue instalada específicamente a un costado del Palacio de Bellas Artes. Desde entonces, le da un toque parisino único Centro Histórico. A cambio, México obsequió al Metro de París un mural huichol titulado El pensamiento y el alma huicholes, creado por el artista wixárika Santos de la Torre. Así, este rincón de la ciudad no solo conecta dos grandes metrópolis, también celebra el arte, la historia y la conexión cultural entre ambas.


Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Otro rincón de la CDMX que te puede hacer sentir en París es el bellísimo Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Si no lo conoces, te estás perdiendo de uno de los recintos más impresionantes de la ciudad. Este teatro fue construido en 1918 por petición de la gran actriz y cantante mexicana Esperanza Iris, también conocida como ‘la Reina de la Opereta’. La razón por la que te transporta a París es que sus arquitectos, Ignacio Capetillo y Federico Mariscal, se inspiraron nada menos que en la Ópera de París y La Scala de Milán para su diseño. Aunque no es una réplica directa, su estilo neoclásico con toques eclécticos historicistas le da ese aire europeo que impacta desde que entras. Su historia también es parte del encanto: ha sobrevivido incendios, cambios de nombre y largos periodos de cierre, pero siempre vuelve a brillar. Hoy sigue siendo uno de los escenarios más importantes de la ciudad. Un pedacito de elegancia parisina en pleno Centro Histórico.
Dirección: Donceles 36, Centro Histórico de la CDMX
Página: FB Teatro de la Ciudad Esperanza Iris


Restaurante Ladurée
Si te preguntas a qué sabe París, la respuesta probablemente esté en Maison Ladurée, la icónica repostería francesa que desde 2023 tiene una sede en Polanco y que logra transportarte directo a un clásico salón de té parisino. Es famosa en todo el mundo por sus macarons, esos pequeños dulces de colores pastel que se derriten en la boca, pero Ladurée es toda una experiencia. Desde que cruzas la puerta, el diseño elegante y sofisticado del lugar te envuelve con techos decorados al estilo de la Ópera de París, vajilla delicada, y ese característico tono verde celadón que adorna sus boutiques en todo el mundo. En el restaurante puedes probar clásicos de la gastronomía francesa como la sopa de cebolla, el croque-monsieur, o su pan francés al estilo Ladurée. Y justo a un lado, la boutique te espera con vitrinas que parecen de cuento, repletas de macarons, pasteles y productos gourmet perfectos para llevarte un pedacito de París a casa.
Dirección: Virgilio esquina con, Calle Julio Verne s/n, Miguel Hidalgo
Página: @laduree.mexico


Bar La Ópera
El Bar La Ópera es un rincón con una fuerte atmósfera parisina en el Centro Histórico de la CDMX. Fundado en 1876, este bar conserva intacta su decoración afrancesada de finales del siglo XIX: techos ornamentados, espejos biselados, muebles de cuero repujado, una barra imponente de caoba y detalles que recuerdan a los cafés y brasseries de la Belle Époque parisina. Su nombre hace honor al antiguo Teatro Nacional, hoy Palacio de Bellas Artes, que está a solo unos pasos, y desde entonces, ha sido punto de encuentro de artistas, políticos, intelectuales y curiosos que caen rendidos ante su encanto. Entre la luz tenue, el murmullo de las conversaciones y el ambiente bohemio, es fácil imaginarte en un café de Montmartre. Si aún no lo conoces, ponlo en tu lista: es de esos lugares donde la historia se respira.
Dirección: Av. 5 de Mayo 10, Centro Histórico de la CDMX
Página: laoperabar.com


Palacio Postal de Correos
Si París tuviera una sucursal postal en la CDMX, seguro sería el Palacio de Correos. Este edificio, ubicado justo en el corazón del Centro Histórico, es una joya arquitectónica que no solo impresiona por fuera, también te deja boquiabierto apenas cruzas la puerta. Su estilo ecléctico mezcla influencias del Art Nouveau con detalles neoplaterescos, muy al estilo de los grandes almacenes y edificios públicos que se construyeron en París a finales del siglo XIX. La ornamentación minuciosa, el uso de mármol, bronce, hierro forjado y yesería de altísima calidad hacen que te sientas más en la Rue de Rivoli que en la calle de Tacuba. Su escalera principal es un espectáculo por sí sola, y el salón central, con su techo altísimo y detalles dorados, te transporta directo a una postal europea. Aunque fue construido para ser una oficina de correos, su diseño ambicioso y su ubicación privilegiada lo convirtieron en uno de los edificios más monumentales de la ciudad. Un lugar que definitivamente tienes que visitar, aunque no estés pensando en mandar una carta.


Palacio de Bellas Artes
Cerramos esta lista con el Palacio de Bellas Artes, porque, aceptémoslo, si hay un lugar en la CDMX que te hace sentir en París, es este. Su imponente fachada de mármol blanco, con líneas sinuosas, detalles florales y hierro forjado estilo Art Nouveau, recuerda inevitablemente al esplendor arquitectónico de la capital francesa a principios del siglo XX. De hecho, muchos aseguran que su diseño se inspiró en el Palais Garnier, y aunque no es una réplica, el parecido en elegancia e intención salta a la vista. El Palacio de Bellas Artes es más que un edificio bonito; es una declaración de amor al arte. Desde su exterior con su cúpula multicolor, hasta sus interiores decorados con ónix, mármol de Carrara y detalles de metales preciosos, todo en él grita sofisticación. Además, está justo en el corazón del Centro Histórico, junto a la Alameda Central, lo que hace que todo el entorno también tenga ese aire europeo tan especial. Así que si algún día quieres sentir que estás en París sin salir de la ciudad, este es un sitio ideal para empezar, o terminar, tu paseo.


¡Visita estos lugares en CDMX que te hacen sentir en París!