Cuando pensamos en viajar Turquía, muchas veces pensamos solo en Estambul y Capadocia. Sin embargo, Esmirna es la tercera ciudad más grande de este país, y con su fascinante historia, sus preciosas vistas al Egeo y su variada propuesta gastronómica, es un gran destino para incluir en tu itinerario, incluso si es solo un par de días. Aquí te dejamos una breve —aunque ambiciosa— lista de qué ver, qué hacer y dónde comer en 48 horas en Esmirna, ‘La Perla del Egeo’.


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Día 1 en Esmirna
Tomarte una foto en la Torre del reloj y la Mezquita de Konak
La Plaza de Konak es uno de los sitios más emblemáticos de Esmirna, y un gran lugar para empezar esta visita exprés a la ciudad. Ahí se encuentran dos íconos del destino, los cuales vale la pena admirar de cerca y, si llegas temprano, tomarte una foto junto a ellos sin tanta gente en el fondo. Se trata de la Mezquita de Konak, construída a mediados del siglo XVIII en estilo clásico otomano, con su cúpula y un solo minarete. Incluso si no la encuentras abierta, asómate por la ventana para descubrir su deslumbrante candelabro de porcelana. Justo enfrente se encuentra la Torre del reloj, cuya construcción data de 1901 y fue un regalo del emperador alemán Guillermo II para celebrar el 25 aniversario del sultán Abdulhamid II.


Explorar el Bazar de Kemeralti
Una de las mejores maneras de conocer un destino es explorando sus mercados. El Bazar de Kemeralti es bastante grande, sin llegar a ser abrumador. Si de comida callejera se trata, ahí encontrarás de todo, como simits —una especie de pan en forma de dona que puedes comer solo, con queso crema o Nutella—, doners —el clásico ‘taco árabe’— y hasta mejillones rellenos de arroz —los venden en carritos y su preparación es todo un espectáculo—. En cuanto a las compras, es un gran lugar para encontrar souvenirs, pero también ropa hecha en Turquía, juguetes, lámparas, cerámica y hasta alfombras.

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Comer en Yengec Restoran y pasear por el malecón
No por nada Esmirna es conocida como ‘La perla del Egeo’, y es que su costa es de un azul exquisito que no te quieres perder de vista. Te recomendamos comer en el restaurante Yengec, una gran opción si quieres probar los pescados y mariscos más frescos y algunos platos típicos de Turquía mientras contemplas el mar en el fondo. Al terminar, te recomendamos dedicar un rato a caminar por el malecón, un agradable paseo marítimo que bordea el agua y ofrece atardeceres preciosos.
Sitio Web: @yengecrestaurant


Conocer Sigacik y Alacati
Por la tarde, te recomendamos trasladarte a los pueblos costeros de Sigacik y Alacati. El trayecto es de apenas una hora y vale totalmente la pena. Por un lado, Sigacik es un distrito de la municipalidad de Seferihisar que solía ser un pintoresco pueblo de pescadores que hoy pertenece a Cittaslow, una organización que fomenta las experiencias auténticas y las conexiones profundas con los destinos. Por otro lado, Alacati es un pueblo vibrante con callejones serpenteantes, casitas de colores y montones restaurantes, boutiques y heladerías.


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Cenar en Asma Yapragi Alacati
En el camino de regreso a la ciudad de Esmirna, te recomendamos parar en el restaurante Asma Yapragi Alacati para una cena espectacular. Además de contar con una estrella verde Michelin y el reconocimiento Bib Gourmand de la misma guía, se trata de un proyecto familiar con mucho corazón. Ubicado al centro de un precioso huerto, Asma Yapragi ofrece una atmósfera bohemia y desenfadada. Muchos de los platos vienen de recetas de familia y se sirven en vajillas hechas a mano. Ten en cuenta que es necesario hacer reservación y que no está permitido ir con niñxs.
Sitio Web: @asmayapragialacati


Día 2 en Esmirna
Visitar Efeso
La que alguna vez fue la capital de Asia Menor hoy es un importante sitio arqueológico que definitivamente tienes que visitar cuando viajes a Esmirna. Te recomendamos ir con calma y dedicarle la mañana entera a este lugar lleno de historia. El recorrido nos revela el imponente pasado griego y romano de esta megalópolis, y aunque el lugar es enorme, vale la pena decir que se estima que sea apenas el 20% de lo que alguna vez fue esta ciudad. Destacan estructuras como los baños y la Biblioteca de Celso, cuyas ruinas permanecen en pie. Aunque ya no existe, se sabe que aquí se encontraba el Templo de Artemisa, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

A pesar de que Éfeso fue testigo de numerosas conquistas políticas y religiosas, el fin de esta civilización no fue por razones sociales, sino debido a que este importante puerto perdió su mar. Sí, así como lo escuchaste: el mar retrocedió varios kilómetros, y la que alguna vez fue la ciudad costera más importante de la región, se quedó completamente seca.

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Comer en Birinci Kordon Balik
Una vez de regreso en la ciudad de Esmirna, puedes ir a comer a Birinci Kordon Balik, un sitio que destaca por sus pescados y mariscos extra frescos, los cuales puedes ver en los congeladores, y luego en las parrillas. El producto de la mejor calidad no se esconde, y aquí se sirve entre mezes turcos, manteles largos y copas de cristal con estupendas vistas al mar.
Sitio Web: @birincikordon


Caminar por la calle Darío Moreno y subir al elevador histórico
Si bien siempre es buena idea guardar espacio para el postre, si solo cuentas con 48 horas en Esmirna, te recomendamos dirigirte a la calle Darío Moreno para satisfacer ese antojo dulce en alguna de sus cafeterías con mesitas sobre la banqueta. Y es que esta vía, llamada así en honor al gran cantante turco del siglo XX, es uno de los rinconcitos más pintorescos de la ciudad, con sus murales coloridos y su atmósfera alegre y vibrante. La calle desemboca en el famoso Asansör, un elevador construido en 1907 para facilitar el ascenso a través de los desniveles de la ciudad. Hoy en día, la parte más alta es un mirador desde donde tendrás las mejores vistas de Esmirna.


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Cenar en OD Urla
Finalmente, despídete de Esmirna con una cena espectacular en OD Urla. Este restaurante de fine dining tiene una filosofía de cero desperdicio y kilómetro cero, el cual privilegia el uso exclusivo de ingredientes locales y fomenta la cocina circular. Por supuesto, esto le ha merecido una estrella y una estrella verde Michelin, así como un reconocimiento a su sommelier. El menú se inspira en los paisajes de la región —los cuales se admiran a través de sus enormes ventanales— pero con una mirada fresca, creativa y con mucha propuesta. Puedes sentarte en el salón interior donde las vistas son una gozada, o bien, en la terraza rodeada de olivos.
Sitio Web: @odurla


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