Ricardo Basulto y Ana Menchaca –él publicista, ella trabajadora de desarrollo humano– compartían una pasión: ese momento del día en que se sentaban a tomar vino y conversar sobre él. Pero no como cualquier persona, sino con la curiosidad de dos verdaderos nerds que disfrutaban conocer el producto y la historia detrás de cada botella. Su ritual se volvió cada vez más emocionante hasta que decidieron llevarlo un paso más allá. En 2023 se aventuraron a abrir La Fiambrería Wine Bar, en la colonia Condesa. Aunque el barrio es conocido por su nivel socioeconómico, ellos creen que el vino no debería pertenecer a ninguna clase social, sino ser accesible para todos. Querían crear un espacio donde cualquier persona, –experta o no–, pudiera descubrir buenos vinos en un ambiente relajado y a precios justos.
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De un rincón con mesitas a un restaurante con alma española
El lugar, como imaginarás, refleja a la perfección su amor por este universo. Cuidan cada detalle, desde su selección de etiquetas hasta la curaduría de abarrotes gourmet, quesos y fiambres premium que ellos mismos prueban y aprueban. Desde que abrieron, su eje ha sido claro: ofrecer productos de calidad, tanto nacionales como internacionales. Pero con el tiempo los anaqueles de La Fiambrería se han llenado no solo de vinos, sino también de productos poco comunes como cervezas artesanales, kombuchas, destilados, jamones y quesos que difícilmente se encuentran en otro lugar. El éxito de su primera sucursal, –un pequeño local en la calle Mazatlán con apenas unas mesitas–, los llevó a abrir hace unas semanas un segundo espacio más amplio, también en la Condesa, sobre la calle Tamaulipas, donde el concepto evoluciona: además del wine bar y la tienda, se presenta como un restaurante de cocina española clásica.
Tapas, platillos y vinos de todo el mundo: el menú de La Fiambrería
En el menú, por supuesto, predomina el vino mexicano, aunque también encontrarás etiquetas de todo el mundo: Italia, Francia, España, Portugal, Argentina, Chile y algunas joyas de lugares menos comunes como Alemania o Australia. Si prefieres probar por copa, no se cobra descorche, y además cuentan con una barra de destilados de productores mexicanos que el equipo convierte en cócteles ricos y bien balanceados. Aquí cada producto tiene su propia identidad, y tú, como cliente, eres quien decide qué te conquista. En cuanto a la comida, como ya decíamos, la propuesta está enfocada en la cocina española clásica. Hay tapas y montaditos con huevos rotos y jamón serrano, chorizo a la sidra, empanada gallega, patatas bravas o la clásica tortilla de papa, además de platos más elaborados como callos a la madrileña, camarones al ajillo, pulpo a la gallega o fabada asturiana, una receta centenaria que preparan por más de 28 horas. También hay opciones para compartir, como la tabla de quesos y carnes frías, y postres caseros como el arroz con leche asturiano o ate con queso. Todo se presta para quedarte, comer delicioso y disfrutar sin prisa una copa de vino.
Catas, talleres y otras experiencias para disfrutar del vino
Además de todo esto, La Fiambrería se ha convertido en un espacio para aprender y disfrutar. Cada mes organizan catas, talleres y experiencias temáticas: desde degustaciones de prosecco o maridajes de champagne con chilaquiles, hasta master classes de paella. Estos eventos, guiados por sommeliers, enólogos o productores, buscan acercar a la gente al vino y a los productos que lo acompañan: entender sus procesos, sus regiones y la mejor forma de disfrutarlos. Cada sesión es una invitación a descubrir que el vino no tiene que guardarse para una ocasión especial, sino que puede disfrutarse todos los días. Así que la próxima vez que se te antoje una buena copa, pásate por La Fiambrería, seguro vas a querer volver.
Dirección: Avenida Mazatlan 154A, Hipódromo Condesa, Cuauhtémoc
Página: @lafiambreriamx
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