No hay quien pueda resistirse al jamón ibérico; su sabor, aroma y textura lo convierten en un manjar único en el mundo, y en cuanto descubras los múltiples beneficios nutricionales que contiene, no podrás parar de comerlo. No solo es un alimento sumamente apetecible, sino que también es saludable si se consume como parte de una dieta balanceada. Aquí te contaremos un poco más sobre las cinco bondades nutricionales y el universo de sabores que puede englobar el jamón ibérico, el producto estrella de la gastronomía española.
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El auténtico jamón ibérico proviene razas únicas, caracterizadas por su pureza; criadas con cuidados especiales y una alimentación selecta a base de bellotas que da como resultado un sabor lleno de matices. ‘La elaboración de cada pieza está apegada al proceso natural, lo que convierte jamón de cerdo ibérico en un alimento casi vírgen curado con técnicas artesanales’,resaltan los expertos gastronómicos de Ham Passion Tour. El arte y cuidado del cerdo se traduce en fina calidad digna del paladar, y para tu salud.
La grasa del jamón
es cardiosaludable
El jamón ibérico está cargado de los más puros nutrientes, que indudablemente beneficiarán a tu salud. De los ácidos grasos que componen el jamón ibérico de bellota, el más importante es el ácido oleico, que es muy beneficioso, ya que ayuda a reducir los niveles de ‘colesterol malo’ a la vez que incrementa los niveles de ‘colesterol bueno’.
Se ajusta a las dietas bajas en calorías y ¡no
engorda!
Con una crianza de primera, alimentación especial y ejercicio físico, el cerdo con el que se produce es rico en músculo y bajo en grasa. Cada pieza está cargada de ácido fólico –esencial para el buen funcionamiento del cerebro– y vitamina E, que es una fuente rica de antioxidantes naturales. Lo mejor de todo: ¡No engorda! Basta con decirte que 100 gramos de jamón ibérico de bellota aportan las mismas calorías que un vaso de whisky o una lata de atún.
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Consumirlo
una vez por semana puede ayudar a reducir los niveles de estrés
Las
piezas de jamón ibérico curado poseen vitaminas de alto valor biológico, ya que
aportan altos niveles de minerales y vitamina B1, que indudablemente te pueden
ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Su proteína
es de la más alta calidad
El protagonista de la dieta mediterránea, además de ser gentil con tu organismo, es de fácil digestibilidad, lo que permite una rápida asimilación de aminoácidos en el cuerpo. Una porción de 100 gramos aporta 43 gramos de proteínas de la más alta calidad, lo que supera los valores de cualquier otra carne roja. Es más, está comprobado científicamente que podemos sustituir el consumo de algunas carnes rojas por un delicioso platito de jamón ibérico de bellota
Es recomendable
para tratar las deficiencias en hierro
Entre muchas de sus bondades, el jamón ibérico también tiene un alto valor en minerales, entre ellos hierro, zinc, magnesio, calcio y un largo etcétera. Así que ya lo sabes, si padeces de colesterol alto, anemia o simplemente eres un foodie apasionado, amante de esta irresistible carne; te recomendamos no dejar de añadir por lo menos 50 gramos de jamón ibérico en tu dieta diaria.
Foto de portada: Ben Kerckx, en Pixabay