Hay un paraíso subterráneo escondido en la zona sur de Chihuahua, una cueva que almacena los cristales más grandes del planeta, formando un escenario espectacular que parece sacado de una película de ciencia ficción. Si bien las condiciones naturales de su medio no permiten su exploración turística, la Cueva de los Cristales no deja de ser uno de los sitios de mayor valor cultural y acervo mineral en México. ¡Aquí te contamos todo sobre ella!
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La Cueva de los Cristales – conocida formalmente como Cueva de Naica y popularmente como la Cueva de las Espadas – es una de las joyas naturales más importantes de México. Se esconde dentro de la Mina de Naica, un sitio de extracción y tratamiento mineral descubierto en 1974, en constante explotación hasta el año 2015, y sede de diversas investigaciones de cristalografía para explorar sus sorprendentes compuestos orgánicos.
Hasta la fecha, la Cueva de los Cristales almacena los cristales más grandes descubiertos por el ser humano en el planeta, con enormes formaciones de Selenita que llegan hasta los 15 metros de altura y cuentan con un peso de más de 55 toneladas. Éstas forman parte de un sistema geológico alimentado por aguas termales, creadas a partir de las aguas subterráneas colmadas en minerales y las temperaturas provechosas de su cámara.
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Desafortunadamente, las cámaras que alojan estos sorprendentes cristales no están abiertas al público, ya que cuentan con temperaturas sumamente elevadas – de hasta 45° C –, al igual que altos niveles de humedad que imposibilitan la respiración. Su exploración científica ha sido posible gracias al uso de trajes especiales con oxígeno, resultando en una de las áreas de interés geológico más importantes del mundo.