Primero hablemos de la tienda de emparedados de pollo: Frito y Cruel. Se trata de un proyecto que nació en la pandemia y posteriormente se volvió uno de los favoritos en la capital por su originalidad, así como por ofrecen un menú bastante crujiente y delicioso. El famoso spot de pollo frito esconde también un maravilloso bar secreto de tragos inspirados en los bares japoneses, el sitio perfecto para una tarde o noche de drinks rodeados de una atmósfera muy íntima.
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Frito y Cruel es un proyecto de Ricardo Ríos, un chico multifacético dedicado a la arquitectura, y que curiosamente también ama cocinar. Es por eso que inauguró su proyecto en el que tres emparedados nos hacían salivar con su cubierta súper crunchy, llena de especias secretas y simplemente deliciosa, que aún después de varias mordidas seguía firme y sin rastro de grasa. Con todo ese expertise detrás, ahora esta tienda de pollo frito es la entrada a uno de los bares más cool y secretos de la ciudad.
Entre azulejos blancos, freidoras, barras de madera y un extractor con el corto – pero vasto – menú de Frito y Cruel, encontrarás el pase perfecto para una noche de tragos inspirados en los bares japoneses. Por las mañanas puedes venir por un emparedado enorme de pollo crujiente y jugoso acompañado de papas fritas, puré de papa rústico o coleslaw; su pan horneado diariamente se hace con sémola de papa, y las mezclas de especias y chiles con productos de la chinampa, algunos endémicos o de temporada. Y lo mejor es que aquí el pollo se marida con sidra.
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Ya al caer la noche, Frito y Cruel se convierte en la puerta de entrada a su proyecto más secreto: un bar muy exclusivo al que seguro llegarás por invitación de amigos -o nuestra recomendación -, que probablemente ya fueron, o escucharon hablar de él en conversaciones lejanas. Es tan privado que casi no hay fotos ni mucha información, por lo que lo mejor es comer primero en Frito y Cruel para conocer directamente todos los detalles de su bar.
El bar Cruel tiene un diseño minimalista en tonos verde caoba, haciéndolo perfecto para perderse en la noche con su variada carta de whiskey japonés, destilados mexicanos y coctelería de autor. Para entrar hay que pasar una puerta secreta en la pollería, ahí encontrarás una barra principal con diversas mesas, mismas que ayudan a la distribución de los comensales para tener una noche perfecta con los amigos.