Una de las características de San Miguel de Allende es que comparte un maravilloso acervo arquitectónico en cada uno de sus rincones, por lo que es normal llegar y sorprenderse con sus hermosas construcciones coloniales. Sin duda, vale la pena invertir en un alojamiento que comparta este mismo carácter histórico, y uno de los más especiales es Clandestino. El hotel boutique se establece dentro de una propiedad con más de 100 años de antigüedad, que convertirá cualquier estancia en una experiencia maravillosa.
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Clandestino es uno de los hoteles boutique que, definitivamente, vale la pena conocer en San Miguel de Allende. Se localiza sobre la calle Recreo, a tan solo unas cuantas cuadras del Jardín Central y la famosa Parroquia de San Miguel Arcángel, por lo que no solo tendrás asegurada una experiencia de auténtico acervo arquitectónico, sino también una estancia cercana a los puntos de interés más importantes en el Pueblo Mágico.
Uno de los aspectos más destacables del hotel boutique Clandestino es que se establece dentro de una hermosa casona, avalada por el INAH como propiedad protegida con más de 100 años de antigüedad. Cuenta con un diseño artístico apreciable en cada uno de sus espacios, que destacan por compartir una atmósfera pacífica y altas paredes de piedra descubierta, jardines naturales, y una decoración moderna que contrasta perfectamente con su esencia histórica.
Clandestino ofrece únicamente ocho suites – cuatro de ellas localizadas dentro de su espacio histórico -, lo que asegura la privacidad y tranquilidad de cada uno de sus huéspedes. Tendrás la opción de elegir entre alojamientos de distintos tamaños, recomendamos optar por uno con balcón, esto para disfrutar más de los escenarios románticos del hotel desde la comodidad de tu habitación. Entre las amenidades encontrarás wifi, aromaterapia, café Nespresso y batas de baño.
Uno de los espacios más bonitos de Clandestino es su romántico patio, con luces colgantes que le brindan una personalidad cálida y especial, perfecta para disfrutar un delicioso desayuno o leer un libro tranquilamente por la mañana. No cabe duda que el secreto mejor guardado del hotel es su rooftop, presumiendo algunas de las vistas más espectaculares a San Miguel de Allende, así como atardeceres inolvidables y mágicos; aquí podrás tomar un par de drinks y apreciar panoramas privilegiados a la Parroquia de San Miguel Arcángel.
