Independientemente de la opinión que podamos tener sobre nuestro vecino del norte, hay una verdad que pocos se atreverían a contradecir: el BBQ texano es uno de los ‘comfort foods’ por excelencia y no hay mal día que no se arregle ensuciándose un poco los dedos con unas costillitas extra suaves y bañadas en salsa. Afortunadamente, en la Roma existe un restaurante texano donde podrás probar los jalapeño poppers y las costillitas más reconfortantes, así como una hamburguesa y una quesabirria de brisket que podrían sacarte una o dos lágrimas de felicidad.
All Wood es uno de esos restaurantes infalibles para un plan con amigxs. Aquí lo tienen todo para armar una tardeada perfecta: mesas largas para que quepan todxs, ‘samplers’ con un poco de todo para picar y no perderte de nada, préstamo de juegos de mesa, cerveza artesanal, happy hour de cerveza de barril y pantallas para ver deportes. Toda la atmósfera de este restaurante texano en la Roma está inspirada en los más grandes clichés —la música country, el fútbol americano, la estética rústica— que no obstante construyen un espacio acogedor y reconfortante que da justo en el clavo.
Si algo se puede decir sobre este restaurante texano, es que las porciones son generosas, pero ni siquiera eso es suficiente para disuadirnos de hacer un esfuerzo por probar lo más posible. Y es que aquí no solo el menú de comida es extenso, sino también el de bebidas —pues cuentan con una selección bastante respetable de cervezas artesanales—, e incluso cuentan con un ‘menú secreto’ que descubrirán solo aquellos que leen la carta con mucho rigor, así como una sección de ‘snacks pal lomito’ que reafirma el compromiso de All Wood por ser un lugar para ir con tus mejores amigxs.
Para empezar, te recomendamos probar los jalapeño poppers y las papas waffle con chili y brisket, dos entradas que por sí mismas podrían bastar para dejarte satisfecho, así que recuerda traer a tus amistades para repartirse la tarea y comer de todo. En cuanto a las carnes, All Wood tiene cuatro especialidades que son el orgullo de la casa: el brisket, el pulled pork, las costillitas y el pork belly. Tanto las entradas (o ‘snacks’, como las llaman aquí) como las carnes pueden pedirse en ‘samplers’, que son platos con un poco de todo, ideales para compartir.
Sin embargo, nosotras consideramos que hay dos platos que sencillamente no te puedes perder: la ya emblemática quesabirria de brisket —acompañada, claro está, de consomé y frijoles puercos— y la hamburguesa de brisket (una vez más: recuerda buscar el menú secreto). Quizá el atino más grande en ambos casos sea no solo el balance perfecto entre la suavidad del brisket y la crocancia tanto del pan como de la tortilla de harina, sino también las salsas que los acompañan, pues ningún BBQ texano estaría completo sin una espectacular salsa BBQ que deje a todos queriendo más.
Llegada la hora del postre, este restaurante texano apuesta por los grandes clásicos que han demostrado su éxito a lo largo de los años, desde los S’mores —con chocolate semiamargo derretido con malvaviscos ahumados— y el clásico Strudel de manzana, hasta las orejas a las brasas con helado de vainilla, dulce de leche y nuez. Otra de nuestras recomendaciones es elegir sabiamente el maridaje para darle a este postre el acompañamiento perfecto. Si te gustan los sabores fuertes y ligeramente amargos, vale la pena probar la Waco Rope —la cerveza de la casa—, una Lager-Vienna de cuerpo medio hecha con maltas tostadas que deja un retrogusto intenso y delicioso. Si eres más bien fan de lo dulce, sí o sí tienes que pedir el Irish Carajillo, hecho con crema irlandesa para darle una textura sedosa que sabe todavía mejor en las rocas.
¡Coman, disfruten y compartan!