Acapulco es uno de los destinos más codiciados en todo México, conocido por sus preciosas playas de arenas doradas y aguas turquesas, así como por compartir una atmósfera vibrante y llena de buen entretenimiento, gastronomía y lujo mexicano. Si bien vale la pena conocer su atractivo turístico, también cuenta con demás maravillas naturales en su alrededores que serán garantía de una experiencia inolvidable, entre ellas Barra de Coyuca. Se trata de una laguna perfecta para practicar actividades acuáticas en familia, y aquí te contamos todo lo que tienes que saber para visitarla.
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Se sabe que Acapulco es uno de los destinos favoritos para disfrutar unas vacaciones llenas de diversión, albergando también una de las playas más cercanas a la CDMX, perfecta para visitar entre amigxs o con familia. Si bien vale la pena dedicar parte de su visita para conocer sus propuestas gastronómicas y atractivos turísticos, también se sugiere adentrarse en los atractivos que le rodean, y uno de los más especiales es la Barra de Coyuca.
Barra de Coyuca es uno de los rinconcitos ocultos más especiales del estado de Guerrero, ubicado aproximadamente 40 minutos a las afueras de Acapulco y perfecto para quienes busquen disfrutar una escapada pacífica y tranquila. Se conforma por una serie de playas vírgenes, lagunas y ríos, así como por ser un destino ideal para realizar actividades acuáticas, frecuentado ocasionalmente por familiar que buscan maravillarse con su entorno natural y sus opciones de entretenimiento.
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El principal atractivo en Barra de Coyuca es su laguna homónima, una verdadera joya natural de aguas tranquilas que además se rodea de una exuberante vegetación tropical, permitiendo a sus visitantes disfrutar de recorridos en kayak o lancha, así como nadar tranquilamente mientras se aprecian los manglares circundantes. También es un verdadero paraíso para amantes de los deportes acuáticos, quienes tienen la oportunidad de practicar esquí acuático y demás experiencias similares.
Lo mejor de todo es que en Barra de Coyuca se pueden encontrar restaurantes locales donde deleitarse con especialidades de cocina guerrerense, que además permitirán disfrutar un rato despreocupado en compañía de la familia, todo con vista privilegiada hacia su laguna. Vale la pena preguntar por los tours guiados por sus playas, así como adentrarse en sus recorridos de ecoturismo para conocer de lleno toda la riqueza biodiversa de la zona.
