Modernidad, arte, naturaleza y belleza se combinan en el Parque Lineal, un maravilloso sitio ubicado en el corazón de Puebla cuya estructura cuenta con cuatro atractivos – Jardín del Arte, La Estrella de Puebla, El Ecoparque Metropolitano y Paseo del Río Atoyac -, y también alberga el bello Museo Internacional Del Barroco. En éste último se encuentra Barroco, uno de los restaurantes más bonitos de todo el estado. ¡Tienes que conocerlo!
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El Museo Internacional del Barroco es una obra de arte que deslumbra por su blanca fachada y sus formas curvadas, convirtiéndolo en todo un referente del estado. Esa belleza orgánica y asimétrica alberga miles de obras de arte barroco, una corriente que marcó muchas de las ciudades de México. La época tuvo mucha influencia en la moda, literatura, arte y, por supuesto, arquitectura, dejando miles de espacios dignos de visitar.
Este hermoso y espectacular recinto fue diseñado por Toyo Ito – premio Pfizer 2013 – con una ideología que se basa en tres aspectos: la parte ecológica, la limpieza o fluidez de los espacios y la forma en que la luz entra al recinto para crear diferentes momentos del día. Un diseño atemporal que te pierde en la contemplación y que muestra un poco de la esencia japonesa del arquitecto.
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Barroco es el restaurante ubicado en el segundo piso del museo, un espacio minimalista, limpio y elegante que te transportará a otra época. Sus mesas de manteles blancos, cubiertos dorados que brillan por el reflejo del sol y una terraza con vista a Angelópolis – y por supuesto, al Parque Lineal – hacen de este lugar un imperdible en tu próximo viaje a Puebla.
Su menú se basa en temporadas, gracias a que el lugar cuenta con un huerto del cual se obtienen algunos de los ingredientes para los platos, además de fomentar el uso de pesca sustentable y productos con poca trazabilidad. Cada plato está pensado para tener un menú degustación que muestre un poco de la gastronomía local, pero con presentaciones que hagan alusión al recinto donde se encuentra. Sin duda una experiencia que vale la pena probar.
