Los Sapos: el bazar de antigüedades más bonito de Puebla (te hará suspirar de nostalgia)

Entre los poblanos, la calle 6 sur en el centro histórico se conoce desde siempre como el Callejón de los Sapos. Se dice que su nombre viene desde los tiempos coloniales, pues las aguas del río San Francisco solían desbordarse y encharcar el área, atrayendo a los sapos. El día de hoy no queda rastro de estos anfibios en la zona, pero el nombre perdura en esta calle de edificios coloridos en cuyos locales se pueden encontrar todo tipo de curiosidades, desde tiendas de antigüedades hasta restaurantes y bares llenos de vida y tradición. 

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Foto: Shutterstock

Los fines de semana desde temprano comienzan a llegar anticuarios, coleccionistas, artesanos y vendedores de todo tipo de ‘tiliches’ retro, desde joyas y muebles antiguos hasta juguetes de antaño, fotografías color sepia y botellas de refresco de colección. Caminar por las calles del bazar es un viaje en el tiempo, un recorrido introspectivo lleno de hallazgos que nos remiten a nuestra propia infancia, a la casa de los abuelos, a las historias de nuestros padres. Pasear solx entre los puestos es una aventura, pero hacerlo en familia supone una convivencia marcada de anécdotas y millones de ‘en mis tiempos…’.  

Foto: Tianguis de la Plazuela de Los Sapos

La historia de Los Sapos como un punto de encuentro para los amantes de las antigüedades se remonta a la década de los 60, y con los años fue ganando reconocimiento y ha contado con apoyos gubernamentales para incentivar el turismo y el comercio en el área. Cada fin de semana el bazar pareciera hacerse un poco más grande, pero conserva siempre ese espíritu que va mucho más allá de la compra-venta de productos, pues lo que se comercia aquí son las historias detrás de estos objetos. 

Foto: Tianguis de la Plazuela de Los Sapos

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Foto: Wikimedia

Además de los puestos que se tienden sobre la calle, no olvides de asomarte a las joyerías, tiendas y cafeterías en los edificios aledaños. A lo largo de la calle también encontrarás una amplia oferta gastronómica con opciones para todos los gustos, así como una selección de lugares donde refrescarte y beber algo después de una caminata exhaustiva por el bazar, como la icónica cantina La Pasita o el bar Destilado Urbano. 

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