Basta con manejar menos de tres horas desde la Ciudad de México para escapara del caos y el smog de la gran ciudad y adentrarse en un bosque de fantasía que, entre los meses de noviembre y marzo, se llena de destellos naranjas y se inunda del sonido del batir de las alas de la mariposa monarca. Michoacán es un estado repleto de rincones mágicos, y uno de ellos es Zitácuaro, un pequeño pueblo rodeado de naturaleza ideal para quienes buscan un respiro para reconectar con el entorno, con sus seres queridos y consigo mismxs. Rancho San Cayetano podría ser el hospedaje más bonito de Zitácuaro, pues estas pintorescas cabañas en medio del bosque en Michoacán te transportarán a tierras lejanas sin necesidad de viajar demasiado.
Rodeado de cinco hectáreas de bosques, Rancho San Cayetano es un oasis de tranquilidad y comodidad que invita a sus huéspedes a bajar el ritmo y descubrir las virtudes que Michoacán tiene para ofrecer. El hotel cuenta con un total de 15 habitaciones con un diseño rústico y acogedor que incorporan chimeneas y artesanías características del estado, como los bordados que decoran las colchas y los cojines de lana. Además, dependiendo de tu tipo de plan puedes elegir entre suites individuales y cabañas de distintos tamaños que pueden llegar a hospedar familias completas (incluyendo a sus mascotas).
Este paraíso destaca también por sus jardines grandes y apacibles rodeados de árboles, ideales tanto para recargar energía en una escapada rápida de la ciudad como para hacer un picnic, tomar clases de yoga, acampar e incluso organizar bodas y eventos especiales. Para los días más cálidos —o para quienes no perdonan unas vacaciones sin un chapuzón—, Rancho San Cayetano tiene también una alberca amplia cuya temperatura ronda los 25 grados y alrededor de la cual se acomodan los camastros para tomar el sol.
Uno de los puntos más fuertes de estas cabañas en Michoacán es su restaurante, cuya cocina combina los sabores más característicos de la gastronomía mexicana con algunos guiños a la comida tradicional de Europa del Este (sobre todo a la hora del postre). Platillos como las empanadas de plátano, el ceviche de trucha —producida de forma local y sustentable—y los ‘taquitos’ de zanahoria al pastor son solo algunos de los platillos con los que te puedes consentir durante tu estancia, así como las ‘cazuelitas’ de huevo para comenzar la mañana con el pie derecho.
Durante tu visita, no te olvides de visitar también el spa que, aunque pequeño, ofrece una variedad de masajes y tratamientos corporales y faciales, así como piedras calientes, baño turco, limpieza con sahumerio y cromoterapias. Además de un viaje ultra relajante, Rancho San Cayetano es un santuario natural en el que, además de respirar aire fresco en medio de los árboles, encontrarás una pequeña granja con venados, borregos y gallinas, así como una huerta donde podrás ayudar a cosechar los ingredientes del restaurante. También puedes aprovechar tu visita y contratar uno de los tours del hotel para conocer el pueblo de San Pancho y su iglesia del siglo XVI o practicar senderismo o bici de montaña en los bosques alrededor del hotel.
¡Viajen, disfruten y compartan!