Existen algunos directores de cine cuyo estilo es tan peculiar y específico que no solo es fácilmente reconocible, sino también replicado más allá de la pantalla. Wes Anderson es uno de ellos, un director estadounidense creador de validad de películas renombradas —El Gran Hotel Budapest, Fantástico Sr. Fox, Isla de Perros, Moonrise Kingdon— y con una estética destacable por su simetría, extravagancia y tonalidades pastel; su talento se extendió hasta Bar Luce, una preciosa cafetería que parece sacada de una de sus películas. Aquí te contamos más sobre ella.
¡Viajen, disfruten y compartan!
Wes Anderson es uno de los directores de cine más reconocidos a nivel internacional, esto gracias a su maravilloso estilo simétrico y de composición pictórica, con el uso preciso de tonalidades pastel y características extravagantes. Muchos de sus planos parecen sacados de una postal, escenarios ahora transferidos hasta la vida real en una preciosa cafetería establecida dentro de la Fundación Prada en Milán –un conjunto de edificios museísticos con galerías de exposiciones temporales–.
Bar Luce se encarga de llevar a un espacio físico y funcional la esencia artística de Wes Anderson. Se diseñó por el cineasta estadounidense en el año 2015, recreando la atmósfera de un café milanés y buscando ser un sitio de concurrencia frecuente, con diversos rinconcitos perfectos para disfrutar de un buen trago, café o comida. Mas que un lugar que podría emplearse como set de sus películas, Anderson diseñó un sitio creativo que inspire artísticamente a quien lo visite.
Cuenta con una decoración que rememora a los años 50 y 60s, retomando elementos del cortometraje Castelo Vavalcanti, visibles desde la entrada de la Fundación Prada y apegándose al clasicismo arquitectónico de este edificio italiano. Bar Luce cuenta con grandes paneles de madera pegados a sus paredes, tapices en rosa pastel, lámparas circulares colgantes y juegos de arcade vintage, al igual que un precioso techo arqueado y algunas obras de arte neorealista.
La versatilidad de la propuesta en Bar Luce lo hace perfecto para visitar a cualquier hora del día, ya sea para disfrutar de un café por las mañanas, o bien un par de copas entre amigos al anochecer. Sin duda alguna es un must en Milán para amantes del trabajo cinematográfico de Wes Anderson, así como para quienes busquen un sitio despreocupado y de belleza peculiar.