Muchas de las ciudades y pueblos en México le deben buena parte de su encanto a sus centros históricos. Y es que se trata de sitios cargados de historia y tradición, pero también de una belleza que se descubre a cada esquina, en cada uno de sus edificios. Si has tenido la fortuna de pasear alrededor del país, sabrás que aunque muchos de estos lugares tienen elementos en común —una plaza central con un kiosco, una catedral, un palacio de gobierno, portales llenos de restaurantes y tiendas—, pero cada uno tiene una magia propia. Estos centros históricos rosas en México no solo están llenos de cosas que hacer, sino que además al recorrerlos querrás llenar tu carrete de fotos.


Morelia
Aunque actualmente la capital michoacana se conoce por su arquitectura colonial, este sitio ha estado habitado desde el siglo XIV, y los primeros en asentarse ahí fueron los matlatzincas. En el siglo XVI, tras la llegada de los españoles, se fundó la ciudad bajo el nombre de Valladolid. Sin embargo, decidieron respetar la traza irregular que existía desde antes, la cual se adapta a las laderas de la Sierra Madre Occidental. A lo largo de sus callejones y calles serpenteantes, los edificios siguen el estilo barroco moreliano, con la típica cantera rosa ricamente adornada. Este es el centro histórico con más edificios históricos en México, e incluso fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son más de 250, pero destacan el acueducto, la Catedral y la iglesia de Guadalupe, que según dicen, es la iglesia barroca más bonita de México.
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San Luis Potosí
Otro de los centros históricos rosas más bonitos de México es el de San Luis Potosí. El estado podrá evocar los colores verdes exuberantes de la selva y azules turquesas de las pozas y cascadas, pero el rosa pastel de los edificios del centro histórico de la capital es inconfundible. Por un lado, la Catedral de Nuestra Señora de la Expectación presume una fachada de estilo barroco labrada en cantera rosa. Justo en frente, en la Plaza de Armas, el kiosco neoclásico octagonal de cantera rosa destaca por su friso dedicado a grandes músicos como Manuel M. Ponce y Guty Cárdenas.
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San Miguel de Allende
Sin duda, la parroquia de San Miguel Arcángel es el edificio más emblemático de San Miguel de Allende. Con su característica portada de cantera rosa, dota de un carácter vibrante al centro histórico de una de las ciudades más famosas de México. Sin embargo, lo que pocos saben es que esta fachada data apenas de finales del siglo XIX. Aunque es fácil dejarse engañar por el estilo neogótico para pensar que es mucho más antigua, en realidad fue don Zeferino Gutiérrez, un maestro albañil indígena, quien estuvo a cargo de la remodelación de la fachada entre 1880 y 1890. Alrededor, entre los edificios de colores, también es posible encontrar varios pintados de rosa.


Aguascalientes
Casi nadie habla del Centro Histórico de Aguascalientes, pero sus edificios de cantera rosa son de los más bonitos de México. Se le conoce más bien como el Casco Histórico, y entre las construcciones de color rosa, destacan el Palacio de Gobierno —no te pierdas los murales en el interior—, el Templo de San Antonio de Padua, el Palacio Municipal y el Palacio Legislativo. Este último cuenta con tres niveles, así como una lujosa escalinata central. Cuenta con varias calles peatonales para poder pasear libremente, además de que es una zona de monumentos históricos, muchos de los cuales han sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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