Aunque todos los días muchas personas visitan la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco –especialmente turistas extranjeros que se sorprenden con el contraste entre las ruinas prehispánicas, la iglesia colonial y los edificios modernos–, pocos se aventuran más allá del recorrido habitual. Muy pocos saben que, justo detrás de la Iglesia de Santiago, hay una puerta discreta que guarda uno de los secretos mejor conservados de la ciudad: el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. Este edificio, cargado de historia, fue la primera institución de educación superior en América destinada específicamente a los indígenas. Hoy, además de su enorme valor histórico, resguarda una biblioteca y un jardín precioso que casi nadie visita, quizá porque muchos ni siquiera saben basta con tocar la puerta para poder entrar.


Te puede interesar: Guía completa para pasar un día espectacular en Tlatelolco
Colegio de la Santa Cruz: la primera universidad indígena en América
Antes de asomarnos a lo que guarda en su interior, vale la pena conocer un poco más sobre la historia de esta escuela tan especial. El Colegio de la Santa Cruz de Santiago Tlatelolco comenzó a tomar forma en 1533, cuando los franciscanos empezaron a enseñar gramática latina a jóvenes indígenas. Pero fue hasta 1536, que se inauguró oficialmente como institución. Para 1540, la posibilidad de formar indígenas como sacerdotes ya generaba tensiones dentro del clero español, así que el colegio dejó el tema en pausa. Aun así, siguió funcionando como un importante centro novohispano de ciencia y arte. En su momento, fue considerado el establecimiento científico más relevante de la época: la medicina nahua, por ejemplo, se enseñaba como una materia formal. En 1546, la administración del colegio pasó completamente a manos indígenas, pero con el tiempo los problemas financieros comenzaron a pesar, y en la década de 1570, la escuela cerró sus puertas. Funcionó apenas unos cincuenta años, pero sin el legado de esta institución, sabríamos muy poco sobre el México colonial temprano. Las investigaciones realizadas aquí siguen siendo estudiadas por historiadores, botánicos, herbolarios y más. Además, el colegio no solo fue un espacio de aprendizaje académico, sino también un lugar donde se sembró una semilla de identidad política entre la nobleza indígena, con la idea de prepararlos para gobernar.



El edificio histórico que no conocías en Tlatelolco
Con el paso del tiempo, este lugar se convirtió en el Claustro de San Buenaventura y San Juan Capistrano, llamado así en honor a uno de sus patrocinadores católicos. La construcción del claustro comenzó en 1660 e incluía 30 celdas para monjes, una biblioteca, un refectorio, oficinas e incluso una pequeña cárcel. Pero a pesar de este cambio, el sitio mantuvo su nombre original: el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. Hoy, al visitarlo, lo primero que llama la atención es el edificio histórico, una sobria construcción de piedra que data de 1526. El resto del conjunto fue levantado en etapas a lo largo de los siglos XVI y XVII. Actualmente, lo que puedes recorrer es la Biblioteca José María Lafragua, ubicada en el segundo piso del edificio. Y aunque lleva el mismo nombre, no debes confundirla con la biblioteca mucho más conocida del mismo nombre que está en Puebla.


Un jardín de libros y calma: descubre la Biblioteca José María Lafragua
La Biblioteca José María Lafragua es una de las principales bibliotecas diplomáticas de México desde su apertura. Depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores y se encarga de resguardar su acervo bibliográfico. Aunque está especializada en historia diplomática y relaciones internacionales, también cuenta con libros de literatura, bellas artes, género e incluso una colección infantil. Su acervo supera los 125 mil volúmenes y además de atender al público en general, brinda apoyo informativo a la Secretaría, así como a embajadas y consulados mexicanos. El lugar cuenta con áreas de estudio, sala de lectura, una sala infantil, y también organiza actividades culturales abiertas al público. Pero además de los libros, uno de los grandes tesoros del lugar está en el corazón del edificio: un jardín precioso, rodeado por antiguas paredes de piedra que aíslan por completo el ajetreo de la ciudad. Hay bancas donde puedes sentarte a leer bajo la sombra, o simplemente caminar entre los arbustos y respirar un poco de aire fresco. La Biblioteca José María Lafragua abre de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., cierra sábados y domingos. Así que ya sabes, la próxima vez que visites la Plaza de las Tres Culturas, no te pierdas este rincón histórico, tranquilo y poco conocido de la ciudad.
Dirección: Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco
Página: @biblioteca_sremx



¡Conóce este edificio histórico, su biblioteca y su jardín secreto en la CDMX!