A todos nos ha pasado, llega el inicio – o final – de un viaje y, por más que lo intentamos, simplemente no conseguimos introducir todo lo que necesitamos en la maleta. O llegamos a nuestro destino y nos damos cuenta que hemos olvidado nuestra camiseta favorita, o el cargador del celular, ¡o inclusive las llaves! Si eres de quienes batallan un poquito al momento de viajar, aquí te compartimos algunos tips para aprender cómo empacar una maleta como todo un profesional.
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Revisa las restricciones de viaje
Este es uno de los aspectos más importantes al momento de viajar, independientemente si se trata de empacar un equipaje de mano o una maleta documentada. Al visitar un nuevo destino, es normal desconocer sus normas y restricciones legales, por lo que no está de más hacer una investigación previa para evitar inconvenientes. Te sorprenderías con lo específico de ciertas restricciones – ¡y los problemas y multas que pueden causar! -, como que en Sudáfrica está prohibida la ropa de camuflaje en civiles, en Escocia no se permite llevar navajas y cuchillos, y en Singapur no se puede introducir más de dos paquetes de chicle – puede castigarse hasta con un año de cárcel -.
Usa un kit de viaje para líquidos y productos de cuidado personal
Este tip también aplica en cualquier tipo de viaje, ya que resultará en una increíble optimización de espacio al momento de considerar cómo empacar una maleta. Aquí hay de dos, puedes adquirir una versión mini de los artículos de cuidado personal que ya usas – ¡y designarlos únicamente para tus vacaciones! -, o adquirir pequeños envases para llenarlos con tus productos. Si quieres aprovechar la compra, recomendamos aprovechar y comprar organizadores de viaje para maletas, serán tus mejores aliados al momento de empacar.
Haz una lista con lo necesario y lo prescindible
Si a pesar de considerar mucho cómo empacar una maleta, sigues olvidando ciertos artículos antes y después de tu viaje, este tip se convertirá en uno de tus favoritos. Hacer una lista con los objetos a empacar parecería lo más sencillo, pero justo por eso suele dejarse de lado; aquí podrás anotar todo lo que es 100% necesario – documentos, aparatos tecnológicos, artículos de cuidado personal, medicamentos, ropa en específico -, al igual que ciertas cositas prescindibles que no serán de urgencia durante el viaje. Lo mejor será tachar las cosas que añadas a la maleta, y así asegurarte de no olvidar nada esencial.
Haz rollitos y capas con la ropa
Esta es una fórmula bastante útil al momento de introducir las prendas a una maleta, ya que muchos la consideran como una de las mejores formas de aprovechar el espacio. Si doblaras la ropa de manera tradicional probablemente llenarías la maleta rápidamente, pero haciendo rollitos permitirá minimizar su volumen y colocarla más compacta, además de ser más rápido y práctico que doblar. Las prendas delicadas o fáciles de arrugar pueden ir al fondo de la maleta en forma de capas delgadas, apenas utilizarán espacio.
Utiliza todo el espacio disponible
Si ya hiciste todo lo anterior, y necesitas mayor espacio en tu maleta, o simplemente quieres tener la posibilidad de regresar de tu viaje con más artículos, una buena táctica es evaluar qué objetos empacados pueden servir para almacenar ropa o artículos personales. Un buen ejemplo son los zapatos y sombreros, que en caso de necesitar guardarse, pueden rellenarse de prendas pequeñas – ¡esto también evitará que el viaje los deforme! -.
