Con la temporada de huracanes acechando las costas de México, nombres como Milton, en el Golfo, y Leslie, en el Atlántico nos recuerdan que, en este momento, la playa tal vez no sea la mejor opción para unas vacaciones. Pero no te preocupes, si estás planeando una escapada vacacional; México tiene un sinfín de atractivos naturales que te brindan opciones igual de emocionantes. Las hermosas montañas del país son perfectas para disfrutar de aventuras rodeado de paisajes majestuosos y una inmersión total en la naturaleza. Desde cumbres impresionantes hasta exuberantes valles, estas joyas montañosas te invitan a vivir experiencias inolvidables mientras libramos la temporada de huracanes.
Barrancas del Cobre, Chihuahua
Este lugar es un destino imprescindible para todos los amantes de la naturaleza y la aventura. Solo imagina, este increíble sistema de cañones es cuatro veces más grande que el Gran Cañón del Colorado, y la experiencia es simplemente espectacular, con vistas impresionantes de majestuosas montañas, ríos y cascadas, además de sumergirte en la fascinante cultura rarámuri. Esta comunidad indígena ha estado aquí por siglos y tiene un vínculo súper especial con la naturaleza que se refleja en sus tradiciones y artesanías. Puedes llevarte a casa algunas cestas, juguetes de madera y joyería hecha por los tarahumaras. Las Barrancas del Cobre tienen una diversidad de paisajes que van desde bosques de pinos hasta desiertos, con formaciones rocosas que son únicas. Una forma genial de explorar todo esto es en el Tren del Chepe, que te lleva por paisajes alucinantes, atravesando túneles y puentes colgantes. Y si tienes tiempo, podrías aprovechar a visitar algunos Pueblos Mágicos como Creel, Divisadero y Cuauhtémoc. También hay rutas de senderismo para todos los gustos, desde caminatas cortas hasta expediciones más largas, y podrás disfrutar de las aguas termales naturales de la zona que están rodeadas de un entorno natural impresionante.
Parque Nacional Popocatépetl-Iztaccíhuatl
Ubicado entre el Estado de México, Puebla y Morelos, este parque nacional es hogar de los famosos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, conocidos como los ‘volcanes gemelos’. Es un paraíso para los amantes del senderismo, con rutas para todos los niveles, desde caminatas cortas hasta ascensos a refugios de alta montaña. Puedes acampar en zonas designadas y disfrutar de noches estrelladas bajo la sombra de los volcanes. Además, es un lugar perfecto para los fotógrafos, con vistas espectaculares de los volcanes, especialmente al amanecer y al atardecer. A pesar de ser un lugar remoto, se encuentra a una distancia relativamente corta de la Ciudad de México. Algunos lugares específicos a donde puedes llegar es al Refugio de Altzomoni, ideal para aclimatarse, o La Joya, un excelente punto de partida para varias rutas, incluida la que lleva al glaciar del Iztaccíhuatl. También puedes visitar Apatlaco, un pueblo con encanto colonial que sirve como punto de partida para muchas excursiones al parque, y Tlalmanalco, conocido por sus artesanías y su hermosa iglesia colonial.
Sierra Gorda, Querétaro
Esta región montañosa es una increíble reserva de la biosfera, repleta de ecosistemas variados que van desde bosques de niebla hasta semidesiertos, pasando por cañones, ríos y cascadas. Es el lugar perfecto para los amantes de la aventura, con actividades como senderismo, ciclismo de montaña, rappel y kayak. Además, podrás disfrutar de la observación de aves y conocer comunidades indígenas que han habitado el área desde hace siglos. La Sierra Gorda también guarda un rico legado colonial, con sus famosas Cinco Misiones Franciscanas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pueblos mágicos como Jalpan de Serra, Tequisquiapan y Pinal de Amoles conservan su encanto colonial y ofrecen una deliciosa variedad gastronómica y cultural. No te pierdas las impresionantes grutas, como la Gruta de los Herrera y la Gruta de la Estrella, con sus sorprendentes formaciones rocosas y ríos subterráneos. Y no olvides tus binoculares, la Sierra Gorda es un importante santuario de aves. La primavera y el otoño son las mejores épocas para visitarla, ya que las temperaturas son agradables y hay menos lluvias, aunque cada estación tiene su propio encanto.
Parque Nacional El Chico, Hidalgo
El Parque Nacional El Chico es un refugio natural perfecto para escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad de la montaña. Con sus paisajes montañosos, bosques de pino y encino, y formaciones rocosas impresionantes, hay algo para todos. Puedes explorar una variedad de senderos que van desde caminatas cortas hasta rutas más desafiantes, muchos de los cuales te llevan a miradores con vistas espectaculares. Si te gusta escalar, las paredes de roca del parque son ideales tanto para principiantes como para expertos. También hay zonas designadas para acampar, donde puedes disfrutar de noches estrelladas bajo los pinos. Para los amantes del ciclismo de montaña y la pesca deportiva, este lugar tiene mucho que ofrecer. Además, está a solo un corto trayecto de la Ciudad de México, lo que lo hace muy accesible. Algunos lugares que no te puedes perder son la Peña del Cuervo, una imponente formación rocosa con vistas panorámicas, la Presa El Cedral para relajarte y practicar actividades acuáticas, y la hermosa Cascada de los Telles, que puedes visitar a través de un sendero fácil.
Nevado de Toluca, Estado de México
El Nevado de Toluca, o Xinantécatl, es un volcán impresionante y un destino popular cerca de la Ciudad de México. Su nombre en náhuatl significa ‘hombre desnudo’, por su cima cubierta de nieve. Este lugar era sagrado para las culturas prehispánicas, y se han encontrado vestigios arqueológicos que sugieren que era un sitio de rituales. Dentro de este área natural protegida, las lagunas cratéricas del Sol y la Luna son un verdadero espectáculo. La vista desde la cima es espectacular, especialmente al atardecer. Su clima varía según la altitud, desde templado en las partes bajas hasta frío en la cima pero siempre es recomendado ir bien abrigado. Aunque el ascenso a la cima es una experiencia desafiante, que requiere buena condición física, es muy gratificante porque obtendrás vistas impresionantes del atardecer. Al pie del Nevado, hay un estacionamiento y varios restaurantes que sirven delicias locales como tacos de cecina, quesadillas, tlacoyos y sopa de tortilla.