Las glorietas son esos lugares inconfundibles que se vuelven símbolos de una ciudad y que representan una causa, una época o una tradición. Por su gran tamaño y diseño suelen ser atractivos visuales y puntos de concentración turística. Son reveladoras: si estás de visita en una ciudad y te tomas foto en una de sus glorietas quedará prescrito en dónde te encontrabas. Las más representativas son visibles de cerca y de lejos, de día y de noche, inconfundibles y dominantes por su dimensión y entorno. Aquí enlistamos algunas de las más bonitas y simbólicas de la Ciudad de México, si pasas por ellas no olvides tomarte una foto.
Glorieta del Ángel de la Independencia
Por supuesto empezaremos esta lista con la glorieta más reconocible de la Ciudad de México y el símbolo por excelencia de la capital. El Ángel de la Independencia es una de las nueve glorietas que conforman el Paseo de la Reforma. Sus grandes dimensiones la hacen visible de día y de noche. El arquitecto mexicano Antonio Rivas Mercado fue quien construyó esta escultura que integra una columna de 36 metros de altura, colocando la primera piedra en 1902. El ángel es una representación de la diosa griega de la victoria, Nike, la cadena de eslabones que sostiene, simboliza la ruptura del dominio español después de 300 años de esclavitud y por lo tanto, la libertad, esta figura fue diseñada y fundida por el artista franco-italiano Enrique Alciati. En la parte inferior hay cuatro esculturas de bronce que representan la ley, la guerra, la justicia y la paz. Se dice que dentro del monumento están enterrados los restos de algunos de los héroes de la Guerra de la Independencia como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Ignacio Allende, Juan Aldama, Guadalupe Victoria, entre muchos otros. Esta sin duda, se trata de la glorieta más fotografiada de la ciudad, es el punto de partida de marchas y manifestaciones, y también, el lugar de reunión para celebrar triunfos políticos, deportivos y desfiles anuales.
Glorieta de Cibeles
Ubicada en la colonia Roma, esta glorieta es la réplica de una famosa fuente que se encuentra en la Plaza de Cibeles de Madrid. Fue un regalo de la comunidad de residentes españoles en la Ciudad de México como símbolo de los lazos entre México y España. El diseño original fue encargado por el Rey Carlos III y creado por el arquitecto Ventura Rodríguez en 1777. Cibeles es una diosa antigua, adorada en Anatolia, -hoy Turquía-, y los leones que llevan su carruaje representan a Atalanta e Hipómenes, personajes de la mitología griega. La versión mexicana fue inaugurada en 1980 por el presidente José López Portillo. Hoy en día la Glorieta de Cibeles es un punto de referencia importante rodeada de diversos bares y restaurantes conocidos por su propuesta gastronómica, también es el sitio de un gran mercado callejero que se pone los fines de semana.
Glorieta de la Diana Cazadora
Esta glorieta es otra figura icónica de la capital, ubicada también sobre Paseo de la Reforma, conocida por estar en posición de disparo con arco pero sin su flecha. La idea inicial fue retratar el mito griego de la cazadora Artemisa pero las autoridades querían un símbolo que representara la feminidad mexicana. Así fue como en 1942 fue esculpida y fundida en bronce por el escultor Juan Fernando Olaguíbel y el arquitecto Vicente Mendiola, quienes hicieron este símbolo de libertad y paridad de género. Originalmente se llamó ‘La flechadora de las estrellas del norte’. Pero casi inmediatamente de su inauguración causó polémica por su desnudez pues un grupo de ultraconservadores protestó para que la ‘vistieran’, así que el artista tuvo que soldarle prendas de bronce, sin embargo, 25 años después y tras una petición de los artistas, se le quitaron las piezas para ser exhibida en su forma original. Es tan llamativa que cuenta con réplicas en varias ciudades de México, las más conocidas están sobre la avenida Costera Miguel Alemán en Acapulco, otra que se ubica en la calle principal del municipio San Pedro Garza García en Nuevo León y otra más en la ciudad de Ixmiquilpan en Hidalgo.
Glorieta Cabeza de Juárez
Esta vistosa glorieta también es un museo, es considerada un centro turístico de la alcaldía Iztapalapa donde se ubica. Fue construido en 1972 para conmemorar el natalicio del político y reformador mexicano Benito Juárez. La obra fue construida por los arquitectos Lorenzo Carrasco y Miguel Ramírez, originalmente iba a ser pintada por el muralista David Alfaro Siqueiros pero por su delicado estado de salud, fue su cuñado y también muralista, Luis Arenal, quien completó la obra. En ella se reflejan pinturas abstractas y el espíritu del taller de Gráfica Popular de los artistas de aquella época. Actualmente el monumento está abierto y en su interior alberga el pequeño museo que tiene una exposición permanente sobre la vida política del presidente mexicano.
Glorieta Fuente de Petróleos
Este monumento conmemora la expropiación petrolera en México, está compuesto por un juego de fuentes superpuestas y un enorme pilar de cantera sobre cuyas caras se ubica un grupo de obreros esculpidos, personajes que representan con un ritmo ascendente la liberación económica del país. Es obra del arquitecto Vicente Mendiola Quezada y del escultor Juan Fernando Olaguíbel, su construcción requirió 18 toneladas de bronce y fue inaugurada en 1952 con un diseño poco común en su época, pues se había levantado con el objeto de conservar la visibilidad de la fuente y no distorsionar el arbolado paisaje del Bosque de Chapultepec. La glorieta tiene un conjunto de 55 metros de diámetro y 18 de alto, desde el 2012 la fuente se encuentra rodeada de jardines y conjuntos florales.