Dicen que el primo del tequila y el mezcal es la raicilla, porque también se hace a base del agave. Pero es como ese primo que nadie conocía hasta que de repente apareció y empezó a causar sensación. Aunque siempre ha estado ahí, su popularidad creció en 2019 cuando obtuvo la Denominación de Origen, ese sello que certifica su tradición y autenticidad y garantiza su calidad. La raicilla se produce principalmente en la Sierra Occidente de Jalisco y en algunas zonas de Nayarit. Pero si aún no la has probado y quieres saber la diferencia en sabor de sus ‘primos’ más conocidos, un buen lugar para hacerlo es en La Hacienda El Divisadero, que existe desde 1885, es decir, tiene más de 140 años especializándose en la elaboración de este destilado tan especial.


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Hacienda El Divisadero, un lugar donde la raicilla es tradición
La Hacienda El Divisadero está en el municipio de Tuito, en Cabo Corrientes, Jalisco, una de las zonas clave en la producción de raicilla, y lo mejor es que queda a solo hora y media de Puerto Vallarta. Desde que Eleno Estrada, el patriarca de la familia, la fundó, ya van más de cinco generaciones que han mantenido viva la tradición de hacer raicilla. En 2021, sus etiquetas incluso se llevaron la Medalla de Oro en los Top World Spirit Awards. Pero esta hacienda es mucho más que una destilería: es un legado familiar profundamente ligado a esta bebida tan representativa de México. Hace algunos años abrieron sus puertas al público para que cualquiera pueda conocer su historia, ver de cerca cómo se produce la raicilla y por supuesto, probarla.


Descubre los secretos de la raicilla
Los recorridos en la Hacienda El Divisadero están pensados para que vivas de cerca todo el proceso artesanal de la raicilla, desde el agave hasta el trago final. Desde que llegas, el paisaje agavero típico de Jalisco te da la bienvenida, y para empezar con el pie derecho, te reciben con una bebida bien fresca que te prepara para la experiencia. El tour arranca con un paseo por los campos de agave, donde descubres algo interesante: a diferencia del tequila, que solo se hace con agave azul, la raicilla se elabora con varias especies de agave silvestre, como el Maximiliana, Inaequidens y Angustifolia Haw. Eso le da una enorme variedad de sabores y aromas, lo que la convierte en una bebida súper diversa. Además, te cuentan que existen dos tipos principales de raicilla: la de la costa y la de la sierra, cada una con sus propios métodos de producción y perfiles de sabor únicos.



Vive la experiencia completa en Hacienda El Divisadero
Además de conocer el cultivo del agave, en la Hacienda El Divisadero te van contando paso a paso los secretos detrás de su producción artesanal. Desde la jima, que se hace a mano seleccionando solo las piñas más maduras, hasta la molienda, la cocción en un horno cónico, la fermentación y las dos etapas de destilación: primero en un alambique tipo arábigo y luego en uno asiático, donde el contraste de temperaturas da como resultado este destilado tan especial. Todo está explicado con detalle y mucha pasión. Lo mejor viene al final: la degustación de raicilla recién destilada. La hacienda también ofrece hospedaje en tres acogedoras habitaciones de estilo campirano, ideales para relajarte entre cerros, silencio y naturaleza. Y antes de irte, puedes llevarte una botella –o varias– de raicilla El Divisadero para seguir disfrutando el sabor de Jalisco desde donde estés.
Dirección: Camino Tuito a Chacala Km9 Las Guasimas, El Tuito, Jalisco
Página: haciendaeldivisadero.com



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