Las haciendas mexicanas son de las recintos más especiales para maravillarse con el patrimonio histórico de México, ya que no solo se erigen como majestuosas construcciones de carácter colonial, sino que gran parte de ellas mantienen una belleza arquitectónica sorprendente. Existe una preciosa hacienda en Querétaro que definitivamente vale la pena conocer, tanto por sus innumerables rinconcitos románticos como por su increíble propuesta gastronómica.
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Al ser Querétaro una ciudad rica en historia, una de las mejores formas de conocerla es con la visita a sus recintos patrimoniales, ya que permiten apreciar una mirada auténtica a su pasado arquitectónico y cultural. Construida desde el siglo XVIII, Hacienda Laborcilla se establece como un espacio de belleza y autenticidad historia que, además de mantener parte importante de su arquitectura colonial, resguarda un restaurante de especialidades mexicanas y un cocktail bar selecto.
En su apogeo, esta hacienda en Querétaro se dedicaba a la producción agrícola y ganadera, esto a través del almacenaje de granos —entre los principales el maíz, trigo y frijol— y demás labores del campo. Fue después de una cuidadosa restauración que Hacienda Laborcilla se convirtió en un precioso espacio para celebrar eventos y ocasiones especiales, que alberga también una serie de propuestas gastronómicas que se encargan de llevar cualquier visita al siguiente nivel.
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La propuesta gastronómica de su restaurante se enfoca en cocina internacional, aunque esta tiene una base mexicana al elaborarse con ingredientes locales y una filosofía de respeto a las tradiciones nacionales. Además de deleitarse con sus múltiples especialidades –entre las que destacan su pescado blanco en adobo de chiles, linguine de calabacita, y hamburguesas de short rib–, permite a sus comensales disfrutar algunos de los panoramas más bonitos hacia su jardín principal.
Por otra parte, The Carter Bar es su cocktail bar secreto, con una atmósfera sofisticada y exclusiva, al igual que un espacio de diseño más contemporánea que contrasta armoniosamente con los acabados históricos de esta hacienda en Querétaro. Aquí encontrarás coctelería clásica y tragos de la casa, así como una selección de destilados de primer nivel, noches temáticas –como sus noches de martinis–, e invitados musicales ocasionales.
