Ubicada en el corazón del Centro Histórico de Mérida, Casa 52, se distingue por ser una opción de hospedaje ideal, gracias a su cercanía con Paseo de Montejo, museos, restaurantes, bares y otros atractivos turísticos de la zona. Aunque no es propiamente un hotel, sino más bien una opción de alojamiento para rentar, su increíble diseño que evoca a la época colonial, lo ha convertido en una de las estancias más acogedoras y bonitas de la península de Yucatán.
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Su rediseño estuvo a cargo del arquitecto, Manuel Rodríguez de Oriundo, quien para el interior se inspiró en las influencias coloniales españolas, art deco y estilo moderno. La idea de esta casona nace con la necesidad de ofrecer al huésped un santuario sereno, ideal para relajarse mientras disfruta de la tranquilidad de sus interiores y sus alrededores. Esta estancia cuenta con una sala de estar, cocina, tres habitaciones–cada una con una cama–, jardín privado y una piscina que se hunde en la vegetación tropical.
Para su interior, Casa 52 se destaca por su sutileza, tanto en su mobiliario como en la paleta de colores que impregnan en lo íntimo de sus paredes. Sus esbeltas y majestuosas salas comunes irradian belleza propia, gracias a su espacio acogedor y desenfadado que, además se complementan a la perfección con sus pisos de baldosas, ya que ofrecen una atmósfera clásica a través de patrones únicos. No hay que olvidar su vegetación que juega un papel importante en cuanto a la decoración de este lugar pensado para el descanso.
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Por otro lado, sus entradas arqueadas y sus acentos de decoración curvo tanto en puertas como en ventanas, crean una perspectiva de lujo antiguo. A través de ellas, se llega a sus pacíficos jardines y a la piscina de agua turquesa, que invita al visitante a sumergirse entre sus espacios, mientras disfruta del cálido clima de Mérida. Un punto muy importante en Casa 52, es ofrecer una residencia donde el visitante se sienta cómodo, por ello, este lugar solo admite a seis personas para hospedarse.
Lo mejor de todo es que Casa 52, se ubica muy cerca de las mansiones del Paseo de Montejo y de la Plaza Grande, que se extiende hasta la prominente Catedral de San Ildefonso. Además, conecta muy bien con restaurantes, bares, clubes, boutiques y otros puntos de interés como el Palacio Cantón, que alberga el Museo Nacional de Antropología e Historia. Su perfecta ubicación, la convierte en el destino ideal para vivir Mérida desde una perspectiva única, cómoda y muy acogedora.
