Pablo Salas es uno de los chefs autodidactas más importantes para el gremio gastronómico, su impulso por mantener la tradiciones locales y resaltar las técnicas de cocina únicas del Estado de México se vio reflejado en Amaranta – su galardonado restaurante que el año pasado quedó en el número 44 de los Latin America’s 50 Best Restaurants – ahora con un concepto más relajado y lleno de creatividad llega Huauzontle, una mirada fresca y creativa hacia la oferta culinaria de Metepec.
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Pablo Salas siempre ha defendido la cocina mexicana como parte de su herencia culinaria, el amor por los ingredientes y el respeto por las cocineras tradicionales que han marcado un estándar invaluable en la cocina mexicana. Es por eso que cada uno de sus proyectos ha funcionado a la perfección con su filosofía donde ‘menos es más’, resaltando cada platillo desde el origen. El nombre de Huauzontle nace del amor por la cocina, el campo y los productos que formaron parte de la vida del chef Pablo Salas.
Ubicado en la calle Leon Avicario en Metepec, una de las zonas con más desarrollo en el Estado de México. Huauzontle ofrece un menú con recetas de diversos estados que se complementan con el expertise del chef; dentro de un espacio con salones de techos altos y atmósferas que te renuevan dependiendo la iluminación. Además de tener una galería que es el espacio cultural para los artistas locales e independientes.
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En cuanto al menú, las sorpresas y el juego de texturas, sabores y aromas se queda corto. Pablo ofrece una mirada a su cocina a través de platos sencillos pero bien pensados como la ensalada de nopales curados – pepino, aguacate, queso de cabra y miel trufada – que es untuosa y fresca. En la cantina de Huauzontle puedes optar por los tacos de lechón, pecho de ternera o mollejas con alguno de los tragos a cargo de Francisco Salas, quien incorpora a sus mezclas hierbas aromáticas silvestres e ingredientes poco usuales.
No te puedes ir de Huauzontle sin probar las croquetas de amaranto con quesillo y salsa de pasilla, y la cola de res con entomatado, son dos platillos que resaltan ese sazón casero que Salas admira de las cocineras tradicionales. Además de la coctelería creativa, los destilados y cerveza de la cantina; este espacio ofrece una amplia selección de vinos nacionales perfectos para cualquier ocasión. La parte dulce es una remembranza a los carritos de camotes, un plátano macho al carbón con crema de queso de cabra y toffe, un postre perfecto que te hará querer regresar.
