La cocina mexicana es una de las expresiones más importantes de la cultura nacional, ya que expresa una pequeña parte de la increíble riqueza prehispánica del país, así como un recorrido gastronómico a través de sus diversos territorios. En San Ángel existe un bellísimo recinto que le hace justicia a su patrimonio, esto a través de una propuesta tradicional y de privilegio al producto mexicano. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre este increíble restaurante!
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San Ángel es una de las colonias más especiales de la CDMX, característica por su encanto clásico y tradicional, que puede apreciarse en sus hermosas construcciones antiguas y recintos encargados de rendir tributo a la herencia cultural del país. OXA es uno de ellos, un restaurante creado con el propósito de enaltecer a México a través de platos históricos y de respeto a su evolución gastronómica, compartiendo la maestría de la chef Ana Martorell –en conjunto con los socios Alberto Padilla, Javier Mendoza y Jose Ignacio Higuera – y uno de los jardines más románticos de la colonia.
Cada elemento en OXA busca posicionarlo como una propuesta gastronómica de primer nivel, con un espacio perfectamente alineado su cocina y destacable por su atmósfera tradicional. El restaurante se establece dentro de una casona del siglo XVI en la Plaza San Jacinto, restaurada para asegurar una experiencia segura a cada uno de sus visitantes, pero manteniendo su estructura principal y los detalles antiguos de su construcción; visitarlo será disfrutar de un hermoso jardín al aire libre, ambientado con variedad de mesitas al aire libre, decoraciones artesanales, y un imponente árbol milenario que atraviesa su techo transparente.
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La cocina única de OXA se puede degustar en cada uno de sus productos, sabores y técnicas ancestrales, con platos en los que cada bocado promete transportar a sus comensales hasta diversos rinconcitos de México. Definitivamente, uno de los imperdibles es su salmón con costra de pistache, acompañado con puré de papa en betabel y un exquisito mole rosa –cabe destacar que OXA es una palabra otomí que significa ‘rosa’, por lo que este color se encuentra presente a lo largo de su propuesta–.
También recomendamos probar su infladita de caviar mexicano –tortilla de maíz inflada rellena de escamoles caramelizados en salsa de mantequilla al limón amarillo— o su taco dorado de lechón –tortilla crujiente rellena de lechón en su jugo y frijol, sobre puré de papa al chile ancho, crema de salsa tatemada y jocoque—. Ya sea que visites OXA para una comida especial en familia, o bien una date romántica y muy tradicional, tendrás garantía de una experiencia maravillosa.