Cuando se trata de pasear, comer y aprender, Coyoacán se pinta solo. Existen montones de planes infalibles, como caminar por Los Viveros, visitar la Casa Azul o comer en Los Danzantes, pero existen varias joyas ocultas en esta delegación que tal vez no conocías y que seguro te darán una nueva perspectiva de todo lo que se puede hacer por acá. Estos son siete planes originales que puedes hacer en Coyoacán para comprobar (una y otra vez) que es imposible quedarse sin planes del lado sur de la ciudad.
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Pasear por el Parque Masayoshi Ohira
Este parque de influencia nipona se inauguró en 1942 en la colonia Country Club, muy cerca de los Estudios Churubusco. Durante esos años se convirtió en un espacio de recreación para los vecinos de la zona —muchos de ellos actores, directores y productores de cine—, e incluso llegó a ser escenario de algunas películas del Cine de Oro mexicano como El señor fotógrafo de Cantinflas. En las décadas siguientes, el parque perdió popularidad y cayó en el abandono, hasta que finalmente se incendió parcialmente en el mismo incendio que consumió los Estudios Churubusco. En 2015, el espacio fue recuperado y restaurado, y ofrece otra vez un ambiente tranquilo y familiar con todo el estilo japonés.
Dirección: Corredores, Country Club Churubusco
Comprar un libro en U-Tópicas
U-Tópicas es una librería feminista independiente y un proyecto familiar enfocado en difundir libros escritos por, para y sobre mujeres. Aquí se organizan presentaciones de libros, cursos de historia y teoría feminista y talleres de escritura para todas las edades. Además de libros, tienen una sección de mech inspirada en mujeres que va desde pines, stickers y tote bags hasta prints, calendarios y serigrafías.
Asistir a un evento en La Mano Jardín Cultural
Este rincón sobre la Avenida Francisco Sosa es el lugar ideal para tomar un cafecito a solas o con amigos, o para comprar antigüedades y ropa de segunda mano, o para tomar un taller de ‘drink and draw’, ver la proyección de una película o asistir a la presentación de un libro. En fin, uno llega a La Mano buscando café y chilaquiles y se encuentra con eso y muchísimo más. Si tienes ganas de probar algo nuevo pero no estás seguro de qué, este lugar seguro promete alguna sorpresa.
Visitar la Fonoteca Nacional
La Casa Alvarado se construyó en el siglo XVIII con influencia andaluza y morisca, y ha tenido diversas funciones a través de los años. A pesar de su nombre, no existe evidencia de que el conquistador Pedro de Alvarado haya habitado ahí; quién sí vivió en esta casa durante los últimos meses de su vida fue el Premio Nobel de Literatura, Octavio Paz. Hoy en día es la sede de la Fonoteca Nacional, cuyo proyecto es salvaguardar y compartir el patrimonio del país a través de conciertos, exposiciones y salas de escucha.
Dirección: Av. Francisco Sosa 383, Santa Catarina
Teléfono: 55 4155 0950
Sitio Web: fonotecanacional.gob.mx
Conocer la Casa de León Trotsky
En 1936, Frida Kahlo y Diego Rivera gestionaron el asilo político del revolucionario León Trotsky en México. A pesar de haber cruzado el Atlántico, tanto él como su esposa y su nieto sufrieron diversos ataques por parte de grupos estalinistas, entre ellos el muralista David Alfaro Siqueiros. Tras cada atentado, la casa sobre Río Churubusco sufría cambios que la acercaban más a una fortaleza: se alzaron los muros, se construyeron torretas de vigilancia y se tapiaron las ventanas. Esta casa es un vestigio histórico súper interesante que echa luz sobre la coyuntura política en el país durante las décadas de los 30 y los 40.
Probar los mariscos y la coctelería de La Pingüina
Estos mariscos estilo Baja California Sur traen una propuesta fresca y moderna para darle un toque gourmet a la forma de comer mariscos en Coyoacán. El menú es pequeño pero contundente, como sus chocolatas traídas directo de Baja California —pídelas naturales o en ceviche con pulpo y camarón—, los tacos de pescado y los aguachiles. Además, la coctelería de la casa reinventa las clásicas lichuachelas callejeras y les da un toque gourmet que va muy bien con el estilo casual pero bien cuidado.
Ver una obra en el Teatro La Capilla
Salvador Novo fundó este teatro en 1953, y desde entonces la apuesta ha sido por el teatro contemporáneo, hasta convertirse en uno de los principales referentes en el país. Todos los proyectos que se presentan en este lugar, tanto los nacionales como los internacionales, son el resultado de un trabajo colectivo y en constante evolución en el que participan actores, directores y guionistas emergentes. Tienen una amplia cartelera con un poco de todo (y para todos los públicos), pero siempre sobre temas vigentes y con la perspectiva más actual que seguro te dará mucho de qué hablar.