Con sus más de 11 mil kilómetros de costa, México es un país cuyos tesoros y atractivos no se limitan únicamente a su territorio en tierra firme. Nuestro país es un paraíso para los espíritus aventureros que adoran sumergirse en aguas profundas para descubrir el extraordinario mundo submarino que habita debajo de la superficie. La playa La Boquita en Manzanillo es hogar de un barco hundido que hoy se ha convertido en parte del ecosistema, y que ofrece un auténtico espectáculo para snorkelear y bucear durante tus vacaciones.
Un buque carguero lleno de peces y leyendas
Hay múltiples leyendas que buscan dar explicación a la presencia de un barco hundido a nueve metros de profundidad en la playa La Boquita en Manzanillo. Una de ellas dice que en 1959, un buque carguero sucumbió ante el tremendo oleaje del huracán categoría cinco que azotó las costas de Colima. Otra más señala que el hundimiento sucedió en 1965, cuando el barco encalló tras chocar con las rocas de los peñascos de la zona. Sea cual sea el caso, hoy en día este barco hundido es uno de los mayores atractivos del estado, el cual se ha convertido en parte del ecosistema y es hogar de peces de colores brillantes, tortugas, caballitos de mar, pulpos y otras especies que habitan el arrecife de coral de la zona.
No hace falta ser un experto para descender los nueve metros que separan el barco de la superficie, y de hecho existen distintas experiencias para conocer este místico lugar. La más popular es contratar un tour en lancha que salga desde la playa La Boquita en Manzanillo y los lleve hasta el lugar, pero también es posible llegar remando en kayak. El barco es visible desde arriba, así que en realidad no es necesario sumergirse para descubrirlo, pero definitivamente vale la pena el chapuzón.
Qué hacer en la playa La Boquita en Manzanillo
Si bien el barco hundido es quizá el atractivo más famoso de la playa La Boquita en Manzanillo, el destino amerita extender la visita para disfrutar de todo su encanto. Sin duda, el atractivo principal es el agua: bucear, snorkelear, dar una vuelta en lancha o un recorrido emocionante en la banana. Para disfrutar de las panorámicas más sublimes, puedes subir a los miradores El Faro y La Reina, o bien, caminar hasta el famoso Espinazo del diablo —una pequeña península que remata la Bahía de Santiago—.
Ubicado en el punto más al norte de la Bahía de Santiago, La Boquita sigue siendo una playa apta para nadadores más expertos. Sin embargo, si se trata de un viaje familiar, también pueden disfrutar de la Laguna Juluapan, la cual se conecta al mar mediante un canal artificial y es ideal para infancias debido a su bajo oleaje. Por otro lado, es bien sabido que los atardeceres en la costa del Pacífico son los más sublimes, así que te recomendamos dar un paseo a caballo por la playa mientras admiras el espectáculo del sol escondiéndose en las aguas oscuras.
Antojitos marinos y comida de playa
No es ninguna sorpresa que la playa La Boquita sea un paraíso conocido por su pescado zarandeado, sus cocteles de mariscos y su famoso ceviche de Colima. El mejor lugar para probar estas delicias son las remadas, una especie de palapa a pie de playa para comer con los pies enterrados en la arena y la brisa marina en la cara. Entre las más populares se encuentran La Eureka, Tanilos y Silvestre, las cuales te permiten rentar sombrillas, mesas y sillas para pasar el día entero frente al mar. Si tienes antojo de un ‘tentempié’, algunos de los favoritos entre los locales son los mangos con limón, sal y chile, y los helados artesanales que se venden en carritos sobre la arena. Conforme va cayendo la noche, salen los vendedores de pan dulce para ofrecer una delicia para hacer frente a la caída de temperatura mientras disfrutas del atardecer.
¡Viajen, disfruten y compartan!