A pesar de encontrarse tan cerca de la capital mexicana, el estado de Hidalgo todavía está repleto de tesoros ocultos que bien merecen muchísima más atención. Además de sus pueblos mineros, su arquitectura colonial y sus espectaculares paisajes naturales, la gastronomía es una de las grandes aportaciones del estado al patrimonio nacional. Si sientes que no tienes demasiado tiempo para salir a descubrir toda la República en un solo viaje, aquí te proponemos cinco pueblos en Hidalgo que se pueden visitar de entrada por salida y de paso, comer exquisito.
¡Viajen, disfruten y compartan!
Omitlán del Valle
A solo dos horas y media de la CDMX, Omitlán ha sido reconocido como uno de los ‘Pueblos con Sabor’ del estado de Hidalgo. Este pueblo rodeado de bosques es famoso por sus mixiotes elaborados en molcajetes de piedra volcánica, así como por la incorporación de ingredientes únicos de la región, como distintos tipos de flores y hongos silvestres. Además de su gastronomía, uno de los puntos más destacables de este pueblo en Hidalgo son sus calles coloridas repletas de murales que enmarcan edificios coloniales como la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio y el Puente de Nuestra Señora del Carmen.
Mineral del Chico
Además de ser uno de los Pueblos Mágicos más famosos de Hidalgo por su espléndido pasado minero y por sus paisajes naturales, este es uno de los mejores destinos para comer en el estado. Uno de los pilares de la identidad de la región es la migración inglesa que llegó a operar las minas después de la Independencia, y la influencia de su gastronomía se ve reflejada en los típicos pastes, que se sirven junto a excelente barbacoa, quesadillas gigantes de hongos silvestres y platos a base de trucha.
Actopan
Si bien es uno de esos destinos que pasan desapercibidos, Actopan es un pueblo en Hidalgo que vale la pena conocer. Está a solo dos horas de la CDMX, y puedes recorrerlo en un día, descubrir su belleza y comer delicioso. Se dice que aquí nació la barbacoa de borrego, y todavía se prepara bajo los procesos tradicionales dentro de un hoyo en la tierra cubierto con pencas de maíz asadas. Aquí también podrás probar el ximbó, un plato de pollo, conejo o cerdo cocinado en pencas de maguey. Durante tu visita, no olvides visitar el exconvento de San Nicolás Tolentino —el cual presume la capilla abierta más grande de México— y las grutas de Xoxafi.
Zempoala
Famoso por el imponente Acueducto del Padre Tembleque y por haber sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, Zempoala también es uno de los mejores pueblos para comer en Hidalgo. De hecho, este lugar también cuenta con la denominación Pueblos con Sabor, pues aquí se prepara el ximbote típico de Hidalgo, así como pan burra de piloncillo relleno de queso.
Huejutla de Reyes
Si bien este pueblo en la Sierra de Hidalgo se encuentra bastante más lejos de la CDMX, cerca de la frontera con San Luis Potosí, vale la pena incluirlo en esta lista, pues es uno de los mejores lugares para probar el famoso zacahuil. Este tamal gigante elaborado con masa martajada, una mezcla de chiles y especias, y carne de pollo o puerco. Sí lo visitas, no te olvides de recorrer el pueblo y descubrir su catedral, pero si eres amante del ecoturismo, sin duda no te puedes perder los paisajes naturales que rodean este pueblo enclavado en la huasteca.