Si eres fanático de los lugares encantadores, coloridos, coloniales y con mucha historia, tienes que conocer los preciosos pueblos mágicos de Puebla. Este estado, ubicado a pocos kilómetros de la capital del país, está repleto de sitios espectaculares, en los que sin duda podrás disfrutar de románticos fines de semana o escapadas divertidas y enriquecedoras con personas especiales. A continuación te presentamos los pueblitos más bonitos de Puebla, que han sido reconocidos con el distintivo de «pueblo mágico» debido a sus atractivos culturales, históricos y naturales.
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Cuetzalan
Sin duda alguna, uno de los pueblos mágicos de Puebla más bonitos y espectaculares. Localizado en la Sierra Norte del estado, este precioso lugar es famoso por sus callecitas empedradas y empinadas, por sus edificaciones blancas y por su entorno encantador que te transporta a otra época. Asimismo, la presencia de cascadas y pozas lo ha convertido en uno de los destinos favoritos de los amantes del ecoturismo y la naturaleza.
Atlixco
Conocido como Atlixco de las flores, este bello pueblo se destaca por sus coloridas calles y por su gran actividad florística, tanto en el ámbito comercial como en el turístico. En los meses de octubre y noviembre podrás encontrar, en sus alrededores, inmensos campos de cempasúchil, además de disfrutar de preciosas vistas a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. De igual manera, en diciembre, Atlixco se cubre totalmente de luces para celebrar la Navidad con su ya famosa Villa Iluminada.
Cholula
Este pueblo mágico tiene un gran valor para México por su riqueza histórica como uno de los asentamientos más antiguos del país y por su belleza arquitectónica, pues cuenta con 37 iglesias a pesar de tener una superficie territorial pequeña. Además, es en este lugar en el que conviven dos grandes símbolos del periodo colonial y del prehispánico; por un lado la Gran Pirámide sobre la que fue construido el Santuario de la Virgen de los Remedios y, por el otro, el Ex-convento Franciscano de San Gabriel.
Chignahuapan
Conocido como el ‘pueblo de las esferas de Navidad’, Chignahuapan es uno de los lugares más pintorescos de Puebla, ya que cada año alberga la Feria Nacional del Árbol y la Esfera de Navidad, un evento en el que se venden todo tipo de adornos para las fiestas decembrinas, pero, lógicamente, predominan las preciosas esferas de vidrio soplado. Además, a escasos kilómetros de esta localidad se encuentra la famosa cascada Salto de Quetzalapan con una caída de agua de casi 200 metros.
Zacatlán
Si se trata de pueblos mágicos de Puebla, Zacatlán se ha convertido en uno de los favoritos de los turistas —nacionales y extranjeros—, pues se localiza a menos de tres horas de la CDMX y ofrece hermosos paisajes, atractivos recorridos y spots muy instagrameables, como sus preciosos murales de mosaicos, su reloj floral y su puente de cristal con una asombrosa vista a la barranca.
Huauchinango
Desde hace seis años, Huauchinango fue reconocido como pueblo mágico gracias a la belleza de sus calles empedradas, a sus preciosas iglesias, a su cercanía con maravillas naturales como la Cascada Xopanapa y por supuesto a la majestuosa presa de Tenango, en cuyos alrededores podrás realizar senderismo, acampar y disfrutar de un día de campo en compañía de tu familia o amigos.
Pahuatlán
Famoso por la elaboración de papel amate, Pahuatlán es uno de los pueblos mágicos de Puebla con mayor oferta de artesanías y una peculiar gastronomía gracias a la fusión de las culturas Totonaca, Nahua y Otomí con los ingredientes españoles, lo que dio como resultado platillos como: pascal de cacahuate y de pepita con carne de pollo, tamales de hollejo, preparados con cáscara de grano de elote; tamales de cacahuate y taquitos de cebolla.
Tlatlauquitepec
Conocido por ser un lugar muy colorido, gracias a las fachadas de sus comercios y a los hermosos colores de sus templos, Tlatlauquitepec es una gran opción para aquellos viajeros que disfruten de los pueblitos encantadores. Entre sus sitios de interés más destacados se encuentra el Ex-convento franciscano de Santa María Tlatlauquitepec, el primero en América y uno de los mejor conservados de todo México.
