Si bien la CDMX propone una enorme y variada oferta gastronómica, a veces nada nos viene mejor que una pequeña escapada de fin de semana para caminar, cambiar de aires y deleitarse con la exquisita cocina tradicional que se prepara en las regiones cercanas. Hay montones de opciones para elegir, como por ejemplo Puebla, Hidalgo o Morelos, entre otros. Hoy queremos contarte sobre algunos pueblos en Querétaro que se pueden recorrer en uno o dos días y de paso aprovechar para comer delicioso.
¡Viajen, disfruten y compartan!
Tequisquiapan
Los vinos queretanos son cada vez más reconocidos tanto en el panorama vinícola nacional como en competencias internacionales. Este pueblo entre viñedos es también uno de los mejores para comer en Querétaro, pues cada año se convierte en sede de la Feria Nacional del Queso y el Vino, el cual reúne a productores de todo el mundo para consentir los paladares más hedonistas. Por supuesto, el resto del año este es un lugar estupendo para catar vinos locales, pero también para probar sus platos típicos, como la barbacoa, las tostadas de maíz quebrado, las tortillas pintadas de colores, las enchiladas queretanas y el asado de puerco.
Pinal de Amoles
Enclavado en la Sierra Gorda, Pinal de Amoles es un pueblo en Querétaro que cautiva con sus paisajes naturales que muchas veces amanecen cubiertos de neblina (el escenario ideal para empezar el día con un café de olla). Además del clásico mole queretano y la barbacoa preparada bajo las prácticas más tradicionales, este lugar es conocido por sus postres. Si lo tuyo es el dulce, no puedes dejar de probar el postre de nuez, el panqué de elote, la nieve de cilantro, el flan de cacao —elaborado con granos de cacao de la zona, menos dulce que la receta tradicional— y las empanadas de queso fresco y cajeta.
Amealco de Bonfil
Si eres amante de la historia y de la comida prehispánica, en este pueblo en Querétaro comerás como nunca en la vida, y además podrás ver de cerca la producción de platos típicos. Una de las actividades que ofrece el municipio todos los fines de semana es la ‘Caminata del Pulque’, la mejor manera de conocer las pulquerías locales. En cuanto a la comida, aquí se recomienda probar la barbacoa de borrego, las carnitas, las tostadas de arriero y el mole de guajolote.
Cadereyta de Montes
Si eres amante de la viticultura, Cadereyta de Montes es uno de los pueblos en Querétaro que debes tener en la mira, pues además de ser la puerta de entrada a la Sierra Gorda queretana, a su alrededor se encuentran los viñedos de Freixenet y Viñedos Azteca. Por su parte, en los mercados locales podrás degustar delicias típicas de la región, como quesos artesanales, barbacoa de cordero, chivo al mole, cabrito a la leña y embutidos caseros. Aunque la relevancia de este pueblo en el panorama vinícola es considerable, la producción de pulque es otro pilar de la gastronomía local.
San Joaquín
Este pueblo mucho menos conocido ofrece una atmósfera auténtica y apacible ideal para pasear el fin de semana. Envuelto en los densos bosques de pino de la Sierra Gorda es famoso por sus espectaculares paisajes naturales, pero también es uno de los mejores pueblos para comer en Querétaro. Entre sus platos más populares destacan el cerdo en salsa verde con nopales y los chicharrones de res, así como los tamales y la ‘sopa de pan’, elaborada con pan, carne y verduras.