En pleno corazón de la colonia Escandón, se encuentra una de las nuevas aperturas gastronómicas que está enloqueciendo el paladar de los comensales. Se trata de Buenrostro, un pequeño restaurante de cocina internacional que se destaca por sus platillos de mar y tierra y su coctelería de autor. Aunque este spot abrió sus puertas a principios de marzo, tanto su diseño como sus platos y por supuesto, su relación calidad-precio, lo han convertido el place to be para visitar durante una tarde casual con amigos y disfrutar de deliciosos drinks y un gran ambiente.
Buenrostro surge de la pasión que Sebastián Agarraberes–socio fundador y director de este restaurante en la Escandón–tiene por la cocina pero, sobre todo, del buen comer. Por ello, quiso apostar por una propuesta culinaria que no se defina, sino que explore entre sus vastas posibilidades. De ahí que surgiera un menú de platillos internacionales que aterrizan a la mesas con platos veganos, vegetarianos y hasta carnívoros. Aquí vale la pena probar sus tacos de setas con amaranto o los tacos de hongos al pastor. Al igual que su tartar de atún o su picosito pero muy comible aguachile de camarón.
Por supuesto, hay propuestas para todos los paladares incluso hasta para los más exigentes. Hay quienes no dejan pasar desapercibidas las croquetas de jamón serrano, shawarma de cordero y el steak tartar con angulas. Lo mismo sucede con su coctelería de autor, una cuidadosa selección de destilados y una carta bastante cerrada que promete cambiar cada dos meses. Sus imperdibles, hasta el momento, son el cóctel ‘una cumbia’, elaborado con mezcal, mate, piña y fernet de menta, o el ‘brutal’, preparado con ginebra, lemon grass, vermut blanco, tintura de limón amarillo y solución marina.
De este restaurante en la Escandón destaca su interiorismo de estilo art déco–un diseño que tuvo su apogeo en la época de los años 20s–y que es tomado de inspiración por Sebastián, quien buscó conservar los muros de esta corriente y, a su vez, homenajear al arquitecto Ernesto Buenrostro, uno de los pioneros en la construcción de este estilo en México, principalmente en la colonia Condesa. De tal forma se puede apreciar en barra de madera de encino y las mesas que resaltan por su paleta de colores que va del rosa pálido al verde treetop, sus lámparas colgantes, su papel tapiz y su concepto de cocina abierta que permiten una relación mucho más cercana con el comensal. Y aunque el restaurante es pequeño vale la pena visitarlo en una tarde casual.