Si estás de paseo con tu familia o amigos por el centro de la Ciudad de México, o simplemente tienes antojo de una buena comida tradicional mexicana, el Restaurante Tezontle es ideal para deleitar tu paladar con una exquisita selección de platillos típicos de la cocina oaxaqueña. Se ubica a solo tres calles del Zócalo capitalino, en la terraza del Hotel Boutique Casa de la Luz, un edificio histórico que fue una de las primeras propiedades de Hernán Cortés. Llamado Tezontle, porque es la piedra con la que está construido este edificio, que ahora es casa de un proyecto gastronómico liderado por los chefs, Jorge Sibaja y Ezequiel Garnica, ambos originarios del estado de Oaxaca, quienes buscan enaltecer la gastronomía mexicana a través de sus platillos y cócteles con raíces culinarias.
Desde la entrada del lugar, podrás apreciar un bello mural inspirado en los bordados oaxaqueños, y ya en tu asiento, en una elegante terraza, notarás que la cocina es abierta, por lo que podrás ver a los chefs preparar tus alimentos. Para empezar, puedes pedir un delicioso cóctel de bienvenida como el ‘Hernán Cortés’, preparado con mezcal espadín, jarabe de jamaica, cardamomo y escarchado con una sal de jamaica y romero ahumado, el equilibrio perfecto entre frescura y dulzura. Pasando a las especialidades, encontramos una deliciosa tlayuda tradicional de masa nixtamalizada con asiento de puerco, tasajo, frijoles sazonados, quesillo de la región de Etla, col, rábano, cebolla morada, aguacate y decorado con cilantro criollo y un crujiente chapulín.
Un platillo exclusivo de este lugar y que puedes probar en Tezontle, por ser uno de los pocos restaurantes de la Ciudad de México en donde lo preparan, es el increíble caldo de piedra, una receta original de San Felipe Usila en Oaxaca, en donde tradicionalmente es cocinado por los hombres en agradecimiento a las mujeres de su comunidad. Con sopa de pescado, camarón y salsa molcajeteada. La magia funciona al agregar piedras calientes que provocan la cocción del platillo. Con un sabor picosito, este caldo es ideal para una tarde de lluvia.
Por supuesto no puede faltar el mole, preparado de diferentes formas, como el ‘Chichilo negro’, servido en taco con lengua de res sobre mole chichilo, también conocido como mole triste o mole fúnebre. Contiene uno de los chiles representativos de la región, el chilhuacle, que se tatema junto con el resto de los ingredientes para darle un sabor ahumado y se acompaña con vegetales y chochoyotes de masa con queso cotija. O las enmoladas de mole negro rellenas de carnitas de pato con una ensañada de verdolaga para acompañar. Si deseas una opción más fresca puedes pedir el Ceviche de Mar y Milpa, con pescado blanco y granos de elote cacahuazintle marinados en limón y servido sobre una hoja de maíz.
Y como siempre hay espacio para el postre, no te puedes ir sin probar uno de los más bonitos y vistosos, el ‘Plátano de carrito’, perfectamente ejecutado con plátano maduro pasado por las brasas, con leche condensada, azúcar con canela, nuez y golosina de crema de requesón con cajeta e hilos de caramelo. Con su mezcla perfecta de sabores y texturas, este postre es un homenaje a la tradición y el ingenio culinario mexicano. Sumérgete en esta experiencia culinaria única con obras maestras para la vista y el paladar.
Y ya si quieres vivir una experiencia más íntima y exclusiva, Tezontle te invita a su Chef’s Table Experience, una experiencia gastronómica sin igual donde podrás elegir entre cinco exclusivos menús cuidadosamente diseñados, cada uno con diez tiempos y un cóctel de bienvenida, para disfrutar de la magia de la cocina frente a frente con los chefs, quienes te contarán la historia y el origen de cada ingrediente en un ambiente íntimo y acogedor. Una experiencia para todos los sentidos.
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