Ir a Rosa Negra es toda una experiencia. Para empezar, es difícil imaginarse a alguien cool y al tanto de las últimas tendencias de dónde comer en la CDMX que no haya visitado este lugar. Desde una comida con amigos, una tarde de precopeo, hasta un sábado de celebración familiar, son planes que encajan perfectamente con el concepto de uno de los spots más concurridos de Polanco por aquellos que desean comer como reyes en un ambiente relajado pero distinguido al mismo tiempo.
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Su terraza es uno de nuestros rincones favoritos de Rosa Negra, ya que podrás disfrutar del aire exterior de la CDMX sin preocuparte de la lluvia o del frió. Ellos tienen pensado cada detalle para hacerte sentir como en casa. Desde el momento de tu llegada, te ofrecerán el pan de la casa, elaborado con queso gruyere, parmesano y mantequilla de trufa. Una delicia que sabe aún mejor acompañado de alguna de sus salsas preparadas en la casa.
Amamos aquellos restaurantes que se esfuerzan en brindarle a los comensales un espectáculo no solo gustativo, sino visual. Y Rosa Negra es definitivamente uno de los expertos en el tema, ya que la mayoría de sus cócteles suelen sorprenderte desde el momento en el que llegan a tu mesa. En nuestra última visita al lugar, nosotros optamos por un «Malumba», el cual sirven nada más y nada menos dentro de un foco –sí, así como lo leees–, lo preparan con Ginebra Boodles, pimiento rojo, limón, canela y jugo de manzana. Si eres de los «ginlovers», entonces opta por cualquiera de sus Gin & Tonics, pues los sirven con nitrógeno líquido para maravillarte (y permitirte tomar los mejores Insta Stories de tu visita).
Una vez que tu trago está en la mesa, el amable personal del lugar te ofrecerá alguno de los pescados y mariscos del menú de exclusivos. Nosotros optamos por un Camarón Tigre Nigeriano preparado al carbón, una exquisitez cotizada por su gran sabor y tamaño. Además, probamos su Trucha de Tasmania Ahumada, la cual destacó por su excelente textura y sabor, con unas gotitas de limón amarillo es la total perfección.
Recientemente, hemos tenido un fuerte amorío con el calamar, por lo que para nosotros una de las mejores opciones fue probar el calamar al carbón que sirven sobre una cama de alioli de limón. Una combinación ganadora con una fusión de sabor a mar y a parrilla que nos transportó directo al mediterráneo en conjunto con el alioli.
Si eres un carnívoro empedernido, entonces Rosa Negra es tu lugar por dos razones: la primera, porque ofrecen cortes de calidad USDA, como un suave lomo de res acompañado de una papa en forma de vaquita que a nosotros nos enamoró. La segunda razón, es porque son uno de los contados restaurantes de la CDMX que ofrece carne Kobe a sus comensales, nosotros comprobamos por nuestros propios ojos que cuentan con todos los certificados y con la estatuilla de autenticidad.
Para terminar, no había mejor opción que optar por un postre que fuera bueno para la vista, el paladar y sobre todo para el alma. Su esfera de chocolate preparada con chocolate Valrhona, helado de dulce de leche, frutos rojos, crema batida y salsa de caramelo caliente –servida con un divino changuito colgante de chocolate– es el imperdible durante tu visita.
Presentaciones dignas de fotografía, sabor que satisface a los paladares más exigentes, ingredientes de la más alta calidad, coctelería de excelencia y un entorno cool –muy al estilo de Polanco– es lo que encontrarás en este oasis de la cocina Latinoamericana.
¡Coman, disfruten y compartan!