Sal y Canto es el proyecto más reciente del chef Atzin Santos, localizado en San Miguel de Allende y ofreciendo un espacio que busca hacer sentir a sus comensales dentro de un viñedo en el campo. Sabemos que el Pueblo Mágico es muy popular gracias a su cercanía con la CDMX y, sobre todo, sus propuestas culturales y culinarias. Si bien casi siempre se visitan los lugares de toda la vida – esos donde se vive la infancia, o de los que somos fan por sus rollos de masa dulce –, San Miguel de Allende se está renovando con propuestas emergentes y que vale la pena conocer. ¡Esta es una de ellas!
¡Come, disfruta y comparte!
TE PUEDE INTERESAR: Atlixco: un Pueblo Mágico con vistas al Popocatépetl y sorprendente arquitectura barroca (¡A tres horas de la CDMX!)
Atzín Santos y Juan Pablo Ballesteros son los encargados de dar vida a un espacio lleno de libertad creativa, donde el comensal puede vivir una experiencia culinaria inigualable. Sal y Canto retoma el uso de técnicas ancestrales en hornos de brasa, cocciones a la leña, comal mixteco y horno bajo tierra, resaltando la versatilidad de los ingredientes locales con los que trabajan, y resultando en deliciosos platos llenos de sabores otoñales ideales para compartir.
La carta de Sal y Canto se divide dependiendo el tipo de cocción e ingredientes. ‘Del huerto‘ es su sección dedicada a los ingredientes de la zona, con opciones como coliflor con romesco verde y tortillas de comal, berenjena con babaganoush, tartar de jitomate con piñones y pan de hogaza grillado, y endivias a la parrilla con jocoque y grana padano. Este menú muestra un poco del mestizaje culinario del chef, la cocina tradicional prehispánica, y los ingredientes mexicanos con influencia mediterránea.
TE PUEDE INTERESAR: Palenque: un Pueblo Mágico con los vestigios arqueológicos más sorprendentes de Chiapas
‘Del comal mixteco’, Sal y Canto destaca los sabores mexicanos con creaciones como sus dobladitas sancochadas de pulpo y los tacos de pork belly. ‘Del ahumador’, prueba el brisket y el costillar de cerdo, los cuales van acompañados de vegetales encurtidos, pan brioche o tortillas; también puedes pedir el poutine de la casa – papas fritas con gravy y queso gruyere –. ‘Del horno bajo tierra’, tanto la birriacoa de borrego – preparada a manera de birria con su consomé – como la cochinita pibil con Xni Pek y tortillas hechas a mano servidas, son imperdibles.
El menú es amplio y se recomienda para compartir, ‘del horno de brasa’ recomendamos el socarrat y los ostiones ‘El Vizcaíno’, que llevan consigo un poco de influencia española al menú. Sal y Canto cuenta también con un menú para niños con mini hamburguesas y pollo orgánico, al igual que platos de ocasión como ravioles de calabaza a la mantequilla y pan de huitlacoche. En las bebidas destacan los destilados de agave, el vino mexicano, la coctelería clásica y los cócteles de autor.
