El Salto de San Antón ofrece uno de los escenarios más especiales en Cuernavaca, una maravillosa caída de agua frecuentada por su belleza natural y los maravillosos paisajes que ofrece. Se localiza a un viaje en auto de aproximadamente una hora y media desde la CDMX, por lo que es perfecta para conocer en un viaje express al destino. ¡Aquí te contamos todo lo que debes saber y considerar antes de visitarla!
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El Salto de San Antón es una maravillosa cascada localizada en el estado de Morelos, específicamente en el poblado de San Antonio Analco, 10 minutos a las afueras del centro de Cuernavaca – y a una hora y media en auto desde la CDMX -. Por su caída de agua de más de 40 metros de altura y sorprendentes formaciones prismáticas de basalto cristalizado, es uno de los escenarios naturales que vale la pena conocer en el destino.
La forma más fácil de llegar a El Salto de San Antón es en auto o taxi. A pesar de ser de acceso público y entrada gratuita – horario todos los días de 08:00 a 18:00 hrs. -, su espacio se administra por los vecinos de la zona – quienes se encargan de mantenerlo en el mejor estado posible -, por lo que es recomendada una cooperación voluntaria. También se incita a sus visitantes a ser responsables con el entorno ambiental, recogiendo sus desechos e interviniendo en lo más mínimo con el ecosistema.
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Uno de los aspectos que distingue a esta cascada es su carácter legendario. Se cuenta que en sus alrededores vivía una mujer en espera de que su prometido regresara a casa, pero desafortunadamente éste murió en batalla, por lo que la doncella quedó devastada y murió de tristeza; aún después de su muerte, sus cabellos nunca dejaron de crecer, por lo que los Dioses decidieron convertirla en una hermosa cascada, transformando también el alma del joven en un gran río para reunir nuevamente a la pareja.
De igual manera, El Salto de San Antón se caracteriza por sus grandes formaciones prismáticas de basalto cristalizado, así como por rodearse de una vegetación densa y abundante. La cascada se puede apreciar mejor desde un mirador en su parte más baja, al que llegarás después de un descenso de aproximadamente 100 metros por su escalinata, pasando por detrás de su salto de agua. Recomendamos visitar el sitio con tiempo, para aprovechar a degustar la gastronomía típica de la zona y conocer sus artesanías locales.