Uno suele visitar iglesias majestuosas, terminadas, con vitrales y techos altos, pero no templos inconclusos. Aun así, hay uno que, pese a no haberse terminado nunca, es considerado una joya arquitectónica. Tan solo su nombre oficial ya adelanta de lo que se trata: el Templo Inconcluso de la Preciosa Sangre. Este inacabado templo es uno de los sitios más emblemáticos del Pueblo Mágico de Mascota, en Jalisco. Aunque el pueblo tiene aparte su iglesia principal, esa sí terminada, esta construcción a medio hacer sigue siendo uno de sus grandes orgullos. Pues a pesar de su estado, el templo es una muestra de la grandeza de la obra que habían planeado con enormes muros de cantera, columnas imponentes y una estructura que nos deja imaginar lo monumental que habría sido si se hubiera terminado. Pero por supuesto, hay una razón detrás de por qué nunca se concluyó.

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Un templo detenido por la guerra
La construcción de este majestuoso templo comenzó en 1896. Aunque hoy muchos lo conocen como el Templo Inconcluso del Sagrado Corazón de Jesús, en realidad fue concebido como el Santuario de la Virgen de Talpa. Las obras, hechas completamente a mano, avanzaron hasta 1904, poco antes de que los primeros movimientos pre-revolucionarios estallan y dificultaran su culminación. Para 1908, el gobierno incautó los bienes destinados a la obra para financiar la guerra, lo que detuvo por completo los trabajos. Años después, en 1926, durante el conflicto, los cristeros tomaron el lugar y esas paredes inacabadas que iban a ser una iglesia terminaron sirviendo como escenario de encarcelamientos y crueles fusilamientos.


La grandeza de lo que pudo ser un santuario monumental
Debido a estos oscuros episodios, la construcción quedó abandonada, y no fue sino hasta 1945 que el templo fue declarado Patrimonio Nacional, lo que aseguró su preservación como una reliquia histórica, aunque también significa que ya no se puede modificar. Lo que se logró construir incluye la base estructural: una cimentación amplia y profunda, además de gran parte de los muros. Esto deja apreciar que la planta arquitectónica tiene forma de cruz latina, y se pueden admirar los gruesos muros y los detalles con los que se levantaba esta ambiciosa obra. Se dice que iba a ser uno de los santuarios más grandes de Latinoamérica. Hoy, sus arcos y torres inacabadas permanecen como testigos del pasado, inmortalizados en el tiempo. Y aunque esté inconcluso, no deja de cautivar a quienes se acercan a conocerlo.


El Templo Inconcluso de la Preciosa Sangre, hoy convertido en jardín
Hoy en día, el Templo Inconcluso de la Preciosa Sangre se ha transformado en un hermoso jardín que deja ver los gruesos muros y los detalles de la construcción original. Aunque la obra nunca se concluyó, a un lado se construyó una capilla dedicada a la Preciosa Sangre de Cristo, ubicada en el ala derecha de la planta. Su peculiar belleza lo ha vuelto escenario de orquestas, obras teatrales y ceremonias religiosas. La entrada tiene un costo simbólico de recuperación de $10 pesos, que se destina al mantenimiento del lugar. Es una joya arquitectónica que tal vez no sabías que existía y que definitivamente vale la pena visitar si andas por Mascota.


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