Entre la infinidad de propuestas gastronómicas de la CDMX se encuentran también joyas arquitectónicas ocultas, en ocasiones restauradas como restaurantes que, definitivamente, vale la pena conocer. Tal es el caso de Tetetlán, un lugar único en su tipo ya que ofrece una experiencia gastronómica y estética excepcional, esto al establecerse dentro de una antigua construcción del famoso arquitecto mexicano Luis Barragán. Te contamos más para que te animes a conocerlo.
Tetetlán significa ‘lugar entre muchas piedras‘, por lo que es el nombre perfecto para este encantador restaurante. Se ubica justo en Jardines del Pedregal, compartiendo no solo la atmósfera natural y sosegada de la colonia, sino también la belleza clásica de un maravilloso edificio construido por Luis Barragán en la década de 1940. Sin duda alguna, un must para amantes de la arquitectura, diseño y gastronomía en la CDMX.
El edificio que alberga Tetetlán ha sido restaurado con sumo cuidado para preservar su estructura original, que a su vez cuenta con imponentes paredes de colores vibrantes, grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural, y patios interiores abundantes en fuentes y jardines orgánicos. Su diseño arquitectónico versa entre la tradición mexicana y la modernidad, con elementos decorativos que abarcan desde antiguos azulejos de Talavera hasta piezas de arte contemporáneo.
Si bien Tetetlán incorpora diversas propuestas dentro de un mismo espacio, una de las más destacables es su cocina, con un menú de alimentos mexicanos contemporáneos que vale la pena probar. Su menú se basa en ingredientes locales, orgánicos y de temporada, destacando también platos clásicos de la cocina nacional en versiones veganas y vegetarianas. Vale la pena probar sus chilaquiles de habanero, sus tacos de aguacate tatemado, o sus jitomates orgánicos con burrata.
Una visita a Tetetlán no estará completa sin conocer la totalidad de sus proyectos, que incluyen también un cafecito con panadería artesanal, un centro de consciencia corporal –yoga, meditación, box y cursos especiales–, y una tienda de barrio –productos locales y artesanales. En caso de buscar una experiencia única que permita disfrutar de la gastronomía mexicana en un entorno impresionante, entonces no puedes dejar de visitar este restaurante.