De los tantos fenómenos naturales que existen en el mundo y de los que somos testigos, la cascada de fuego es por mucho la más alucinante. Y es que cada año, a mediados –o finales–de febrero, el Parque Nacional de Yosemite se convierte en todo un espectáculo. Durante esos días, la naturaleza hace lo suyo y deslumbra a cientos de visitantes con una ilusión óptica en la que parece caer lava al vacío.
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Dónde se ubica la cascada de fuego
La cascada de fuego, también conocida como la cascada de Horsetail, se ubica dentro del Parque Nacional de Yosemite. Esta área natural localizada al oeste de San Francisco, California, en Estados Unidos, a solo tres horas y nueve minutos de distancia de la ciudad. Es una de las cataratas más bonitas del país americano. Además, se sitúa sobre el borde oriental de ‘El Capitán’, en el valle de Yosemite. Tiene una caída de agua de 650 metros perceptible algunos meses del año.
Cascada de fuego
Cada año, a mediados de febrero –la segunda semana del mes–, la cascada de Horsetail sorprende a sus visitantes con su famoso fenómeno natural llamado ‘cascada de fuego’. Esta cola de caballo se convierte en ‘lava’ durante algunos instantes mientras ocurre la puesta de sol. Creando una ilusión óptica inimaginable pero por demás cautivadora que atrae a fotógrafos y visitantes de todo el mundo.
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Por qué ocurre este fenómeno natural
El fenómeno natural de la cascada de fuego solo ocurre durante el invierno, especialmente en el mes de febrero. Para que suceda, debe hacer suficiente calor durante el día, pero antes debe haber una gran cantidad de nieve en la cima. También debe haber suficiente agua, así que cuando va cayendo y la puesta de sol comienza, los primeros rayos la iluminan dando esa ilusión óptica de lo que cae es lava y no agua.
Consejos para ver la cascada de fuego
Para quienes estén interesados en ver la cascada de fuego, deben planear muy bien su viaje a este parque de Estados Unidos. Es decir, visitar esta área natural durante la semana en que se prevé suceda este fenómeno, posteriormente llegar con horas de anticipación a las cataratas. Es importante llegar a tiempo para que el atardecer no gane, al igual que la noche. Por el contrario esto solo sucederá si el clima lo permite y el cielo está completamente despejado.
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