El mundo de las bebidas alcohólicas enlatadas es cada vez más amplio. A estas alturas es muy posible que cada que entres en una tienda gourmet, encuentres una nueva marca de agua carbonatada o cocteles listos para beber, o incluso vino enlatado. ¡Sí! Así como lo oyes, cada vez son más las marcas que se atreven a poner vino en latas, sin embargo aún se encuentran en el camino del posicionamiento intentando su mejor esfuerzo para no sacrificar la calidad de esta bebida.
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Tal es el caso de Scielo quien en colaboración con Rivero González –vino 100% mexicano, originario de Parras, Coahuila– han ido un paso más allá y han innovado con sus latas de vino tinto y blanco. El primer factor que los orilló a esta idea fue el volumen, ofreciendo una solución para no dejar abierta tu botella, si es que sólo quieres una copa para terminar el día o disfrutar tu comida.
Además, la practicidad de una lata permite llevar tu bebida a cualquier lado sin ser pesado y sin el riesgo de romperse. Entonces sin sacrificar su sabor –las uvas son siempre son cosechadas en sus viñedos con técnicas de agricultura sustentable–, la marca coahuilense propone una nueva manera de disfrutar tu vino con dos variedades diferentes.
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Empecemos por el Scielo blanco burbuja, un Chardonnay 100% de color dorado, con aroma a manzana verde y ligeras notas a cítricos. Es un vino fresco con burbujas finas y acidez balanceada, perfecto para una tarde calurosa entre amigos, la recomendación es enfriarlo en una hielera para disfrutar mucho más dichas burbujas o incluso agregarle un par de hielos.
Por otro lado está el Scielo tinto, un ensamble de Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot que da origen a una bebida violeta profunda, con aroma a frutos rojos y ligeras notas especiadas tal como si se embotellara en vidrio. Este es un vino joven que se presta para maridar con una variedad de alimentos, comenzando por una tabla de quesos y hasta sándiwiches o hamburguesas. La recomendación para este es tomarlo fresco.
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Las latas de vino son de 237 ml, lo que asemeja a dos copas aprox. para disfrutar directamente de la lata. Si lo prefieres también puedes servirlo en tu copa de vidrio favorita, así que aquí una nueva forma de beber tu dosis de vino al día o llevar al día de picnic/asados/playa sin necesidad de un sacacorchos, copas y demás.
Es muy probable que la idea de un vino en lata sea poco convencional, sin embargo, sólo hay una forma de descubrir si te gusta o no: probándolo. ¡Podrías llevarte una muy buena sorpresa!