Difícilmente lo podrás negar: pocas cosas se comparan con disfrutar de una comida o una cena que no solo destaque por la presencia de excepcionales platillos y creaciones culinarias, sino que sea complementada a la perfección con un maridaje perfecto. Con la finalidad de rendir el más puro homenaje al mundo de la enología y a la cocina de excelencia, la bodega de vinos mexicanos Mariatinto y el Steahhouse nacido en Brasil, Rubaiyat, decidieron unirse para ofrecer una experiencia gastronómica excepcional.
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El equipo de Food and Pleasure tuvo el placer de disfrutar de su menú maridaje especial –disponible por tiempo limitado–. Lo cierto es que no solo acabamos totalmente encantados con la espectacular cocina del lugar, sino que pudimos adentrarnos en los sabores, aromas y productos que jugaron un papel fundamental en la creación del matrimonio perfecto entre copas y platos.
La pasión por el vino, la experiencia y la creatividad del enólogo Humberto Falcón y del Chef Martín Mázquez estuvieron a la orden del día. Ellos nos guiaron paso a paso para que lográramos no solo disfrutar del manjar que teníamos enfrente, sino para que pudiéramos entender y verdaderamente conocer la historia detrás de la Casa Mariatinto.
«Mariatinto es un vino que funciona a la perfección con la comida, son vinos que creamos para comer, que no buscan un protagonismo detrás sino un balance perfecto. En Ensenada, los vinos que producimos son perfectamente balanceados en términos de taninos, acidez, fruta y alcohol, lo que los hace perfecto para maridarse con todo tipo de cocinas. Mariatinto es orgulloso embajador de los vinos de Baja California», aseguró Humberto Falcón.
Para comenzar, el amable personal de Rubaiyat nos deleitó con un ceviche de robalo con mango y salsa de pimiento amarillo, acompañado de un Madame Babette, un vino rosado de los viñedos de Syrah, Grenache y Carignan en Roussillon, Francia. Al tratarse de un vino fino, frutal y suave, con toques frutales, combina a la perfección con los platillos mediterráneos.
Como segundo tiempo, pudimos probar un Carpaccio de portobello confitado con aceite de trufa y piñones –sinceramente no te puedes ir de Rubaiyat sin probarlo– maridado con un elegante vino de expresión aromática: Sang Bleu, creado en 2011 al sur de Francia con 18 meses en barrica de roble francés y una mezcla inigualable de Grenache, Syrah y Carignane. En boca es intenso y balanceado, presentando una armonía entre los taninos firmes y limpios, alcohol cálido y refrescante acidez. Tiene un final largo que termina en notas de cereza dulce.
Definitivamente no podíamos dar por concluida la velada sin probar uno de los famosos cortes de carne del lugar. Así que nos sirvieron un Bife de chorizo acompañado de espárragos, maridado con M de Mariatinto, vino originario de Ensenada, Baja California. Es bien sabido que no existe mejor pareja para la carne que un buen tinto, y al tratarse de un vino intenso y frutal, con notas de zarzamora, arándanos, cereza roja, violetas, canela, clavo y pimienta negra con un fondo balsámico de eucalipto, grafito y notas cálidas de espresso y cacao, resultó el complemento perfecto para el plato.
Siempre decimos que el postre va al alma y no al estómago, y en esta ocasión probamos uno de los fondants de chocolate más extraordinarios que hemos encontrado en la CDMX. Perfectamente derretido en el interior y con una fina y esponjosa capa firme por fuera. Desde el primer momento en el que metimos la cuchara, supimos que este postre sería magia. Y para culminar con la explosión de sabores, nos atrevimos a maridar el postre con una copa de Mariatinto, reposado 12 meses en barrica de roble francés en base con el Tempranillo y Syrah.
Si lo que quieres es disfrutar de una experiencia culinaria perfecta, que rinda el más puro homenaje al amor por la enología, a los sabores, al balance y a los aromas, no dudes en pensar en Mariatinto cada vez que desees maridar tus alimentos, será un completo acierto que sorprenderá a todo amante del vino y los cortes de carne.
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