Parece que a Puebla no se le acaban los secretos ni los tesoros. Pues además de sus innumerables iglesias y acueductos, también guarda joyas naturales como el Volcán Cuexcomate, considerado el más pequeño del mundo. Lo más sorprendente es que está en plena zona urbana, a solo 20 minutos del Centro Histórico de la ciudad. Esta pequeña gran eminencia lleva inactiva muchos años, y gracias a la curiosidad de vecinos y visitantes, hoy no solo se puede admirar desde fuera, sino también explorar por dentro. También se le conoce como el ‘hijo del Popocatépetl e Iztaccíhuatl’, debido a una leyenda que lo rodea. Así que sin duda es una rareza natural que tienes que conocer cuando estés en Puebla.


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Volcán Cuexcomate, el géiser que nació del Popocatépetl
El volcán más pequeño del mundo mide apenas 13 metros de altura, su cono tiene un diámetro exterior de 23 metros y el cráter, de apenas ocho. Su nombre proviene del náhuatl cuezcomatl, que significa ‘almacén’ o ‘lugar para guardar’. Se cree que se formó en el año 1064, después de una erupción del Popocatépetl que activó corrientes de aguas termales, las cuales atravesaron la roca hasta crear esta estructura que, por su origen, algunos lo consideran más un géiser que un volcán. Su última actividad fue en 1562, cuando arrojó gases y agua hirviendo, y aunque está inactivo, se cree que podría volver a lanzar agua algún día, ya que está conectado con el Popocatépetl. De ahí surge también una leyenda que lo vincula con el amor entre el Popo y el Iztaccíhuatl: tras su unión y la manifestación de su poder, habría nacido el volcán más pequeño del mundo.


El interior del Volcán Cuexcomate
Aunque durante años el Volcán Cuexcomate estuvo descuidado y lleno de basura, en tiempos recientes fue rescatado y convertido en una atracción turística. Hoy en día cuenta con una escalera de caracol en el exterior que permite subir hasta el cráter, y otra de metal que baja hasta su interior, haciendo segura la exploración para los visitantes. Dentro del volcán te espera un entorno curioso, con formaciones geológicas únicas y, en el fondo, agua sulfurosa que brota de cavernas aún inexploradas. Algunos vecinos del lugar fungen como guías turísticos y, además de compartir leyendas sobre su origen, te señalan formas curiosas en las rocas y hasta te invitan a tocar las paredes para ‘recargarte de energía’.


Un mini volcán con actividades artísticas en su interior
Increíblemente, el interior del volcán también se ha adaptado como sede de actividades culturales y muestras artísticas, como proyecciones de películas, conciertos y espectáculos escénicos. Y si ‘te da cosa’ entrar, desde el exterior puedes tomar fotos muy llamativas, donde se aprecia claramente su pequeño tamaño. En la entrada están las clásicas letras gigantes con su nombre, perfectas para la foto del recuerdo. Además, alrededor del volcán hay un pequeño parque con juegos infantiles, canchas deportivas y una plazuela ideal para pasear con calma. La entrada al lugar cuesta solo $15 pesos por persona y está abierto de martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas. Como sea, no te lo puedes perder porque cada cuándo tienes la oportunidad de entrar a un volcán, y no a cualquiera, sino al más pequeño del mundo.
Página: FB Parque Volcán Cuexcomate


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