5 lugares donde se gestó la Independencia de México (y que puedes visitar hoy en día)

Con la Independencia de México a la vuelta de la esquina, ¿qué mejor manera de celebrarla que descubriendo los lugares donde todo comenzó? Más allá de lo que cuentan los libros de historia, hay sitios que jugaron un papel crucial en nuestra lucha por la libertad. Estos lugares no solo son clave para entender nuestra independencia, sino que también están llenos de monumentos, museos y vestigios históricos que nos cuentan historias fascinantes sobre ese periodo. Conocer estos sitios es una forma de conectar con nuestras raíces y celebrar nuestra historia de una manera auténtica y emocionante. 

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Dolores Hidalgo, Guanajuato

Dolores Hidalgo, un tranquilo pueblo guanajuatense, se transformó en el epicentro de la historia de México el 16 de septiembre de 1810. Desde el atrio de su parroquia, el cura Miguel Hidalgo lanzó el ‘Grito de Dolores’, un llamado a la insurrección que resonó en todo el territorio. Hoy, este Pueblo Mágico conserva la esencia de aquel momento histórico, albergando la misma campana que anunció el inicio de la lucha por la independencia. Más allá de la parroquia, Dolores Hidalgo se convirtió en un refugio para los insurgentes, quienes conspiraron y forjaron los ideales de una nueva nación. Además de la iglesia, puedes visitar el Museo de la Independencia Nacional, que tiene objetos y documentos de la Guerra de Independencia, y la Plaza Principal, que es el centro de la ciudad y donde se celebran muchas actividades culturales y eventos conmemorativos.

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Catedral de la Parroquia de Dolores, Guanajuato. Foto: Shutterstock

Santuario de Atotonilco, San Miguel de Allende

Ubicado cerca de San Miguel de Allende, este santuario barroco del siglo XVIII es una verdadera joya del arte religioso en América Latina, a menudo comparado con la Capilla Sixtina por sus impresionantes murales y esculturas. Uno de los momentos históricos más importantes relacionados con el Santuario de Atotonilco es que, al comenzar la lucha por la independencia, Miguel Hidalgo eligió una imagen de la Virgen de Guadalupe que estaba en este santuario como su estandarte. Este acto simbolizó la conexión entre la fe católica y la lucha por la libertad. El santuario se convirtió en un lugar sagrado para los insurgentes, dándoles inspiración y fuerza para seguir adelante con su causa. Más allá de ser un templo religioso, el Santuario de Atotonilco es un sitio lleno de historia y simbolismo, que refleja la unión entre la fe y la lucha por la libertad. Visitarlo te ofrece una experiencia enriquecedora, permitiéndote conocer una parte crucial de la historia de México y admirar una obra de arte impresionante.

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Santuario de Atotonilco. Foto: Shutterstock

Casa de la Corregidora, Querétaro

La Casa de la Corregidora fue un escenario clave en la conspiración que desencadenó la Guerra de Independencia. Este edificio colonial fue el hogar del corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz de Domínguez, personajes fundamentales en la lucha por la independencia. En las habitaciones de esta casa, se llevaban a cabo reuniones clandestinas donde se tramaban los planes para derrocar al gobierno español. Josefa Ortiz de Domínguez, conocida como ‘La Corregidora’, jugaba un papel crucial como mensajera y coordinadora de estas reuniones. Cuando la conspiración fue descubierta, fue Josefa quien advirtió a los insurgentes sobre el peligro inminente, permitiendo que pudieran escapar y dar inicio a la lucha armada. Actualmente, este edificio alberga el Palacio de Gobierno de Querétaro y es un Monumento Histórico de gran importancia. Se ofrecen visitas guiadas donde se narran las historias y anécdotas relacionadas con la conspiración y los personajes que habitaron la casa. Se exhiben objetos y documentos de la época, que permiten visualizar cómo era la vida cotidiana en aquella época y comprender mejor el contexto histórico. Los salones de la casa conservan su arquitectura original y mobiliario de la época, transportando al visitante a otro tiempo.

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Casa de la Corregidora en Querétaro. Foto: Shutterstock

La Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato

Este lugar es clave en la historia de la Independencia de México y tiene una historia llena de drama y valentía. La Alhóndiga de Granaditas empezó como un granero fortificado. Gracias a su sólida construcción y su ubicación estratégica, se convirtió en un punto crucial durante la Guerra de Independencia. En septiembre de 1810, las fuerzas insurgentes, lideradas por Miguel Hidalgo, sitiaron Guanajuato. Los realistas se refugiaron en la Alhóndiga, transformándola en una fortaleza casi impenetrable. La batalla para tomarla fue una de las más duras de la guerra pero tras varios intentos fallidos, los insurgentes finalmente lograron entrar. Según la leyenda, un minero llamado Juan José de los Reyes Martínez, apodado ‘El Pípila’, prendió fuego a la puerta de la Alhóndiga mientras estaba cubierto de chapopote, abriendo así el camino para sus compañeros. La victoria en la Alhóndiga fue crucial para los insurgentes, ya que les dio armas, municiones y recursos, además de un gran impulso moral. Hoy en día, la Alhóndiga de Granaditas es un museo regional donde puedes explorar objetos y documentos de la guerra, y admirar su impresionante arquitectura colonial.

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Explanada de la Alhóndiga de Granaditas. Foto: Shutterstock

Palacio de Iturbide, Ciudad de méxico

El Palacio de Iturbide es otro edificio de gran importancia histórica para México, especialmente en el contexto de la consumación de la Independencia. Construido en el siglo XVIII, el Palacio de Iturbide es un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca mexicana. Su fachada, con una rica ornamentación y la combinación de cantera y tezontle, lo convierte en uno de los edificios más destacados del Centro Histórico de la Ciudad de México. Tras la consumación de la Independencia en 1821, el palacio fue ofrecido a Agustín de Iturbide, el primer emperador de México. El palacio representa el breve periodo del Imperio Mexicano y el sueño de Agustín de Iturbide de consolidar una monarquía en México. El balcón central del palacio fue testigo de la aclamación popular que lo convirtió en el primer monarca mexicano. Después del breve periodo imperial, el palacio tuvo diversas funciones. Sirvió como sede de gobierno, hotel de lujo y, finalmente, fue adquirido por el Grupo Financiero Banamex, que lo restauró y lo convirtió en un centro cultural. 

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Palacio de Iturbide. Foto: Shutterstock