Estar en la cima de un mirador es una de esas experiencias que te dejan sin palabras: una sensación única de estar en la cima del mundo, rodeado de vistas que parecen no tener fin. La magnitud del paisaje te deja maravillado, mientras te das cuenta de lo pequeño que te sientes frente a la inmensidad de la naturaleza. Es un contraste entre lo imponente de la vista y lo diminuto de uno mismo. La ventaja es que estos miradores están lejos de todo, donde el único ruido que se escucha es el viento entre los árboles. Por eso, aquí concentramos cinco miradores espectaculares cerca de la CDMX que te invitan a tener una conexión profunda con la naturaleza sin necesidad de pasar la noche fuera.
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Peña del Aire
Si buscas adrenalina y vistas impresionantes, Peña del Aire es el lugar perfecto para ti. Ubicado a 1,900 metros sobre el nivel del mar, este mirador ofrece una panorámica espectacular de un cañón de casi 850 metros de profundidad. Además de la vista, aquí puedes disfrutar de actividades emocionantes como tirolesa, columpio extremo, tirobici y rappel, ideales para quienes buscan un buen desafío. Peña del Aire también es uno de los pocos lugares en México con poca contaminación lumínica, lo que te permitirá disfrutar de un cielo nocturno lleno de estrellas y constelaciones. El mirador se encuentra en Huasca de Ocampo, Hidalgo, a solo dos horas y media de la CDMX. Para llegar, basta con tomar la carretera México-Pachuca y desviarte hacia Huasca, el camino está bien señalizado. La entrada general tiene un costo de $30 pesos, y las actividades adicionales, como la tirolesa o el camping, tienen un costo extra. Está abierto todos los días de 9:00 a.m. a 7:00 p.m. Un destino perfecto para quienes buscan combinar naturaleza y aventura.
Mirador de la Coconetla
Ubicado en la zona de Los Dinamos, al suroeste de la Ciudad de México, este mirador ofrece una vista impresionante de la Barranca de la Coconetla. Para llegar, deberás caminar por un sendero algo desafiante pero bien marcado, que te llevará a uno de los destinos más destacados de la zona: el Cerro de Coconetla. Durante la caminata, disfrutarás de un paisaje espectacular, con árboles imponentes cubiertos de musgo, vida silvestre y el hermoso Río Magdalena serpenteando por el valle, que, dependiendo de la temporada, puede tener pozas o cascadas. Aunque la subida es moderadamente difícil y toma alrededor de dos horas, las vistas panorámicas de la naturaleza exuberante hacen que el esfuerzo valga la pena. El punto de partida es el último dínamo, donde encontrarás estacionamiento y desde donde podrás comenzar tu aventura. Este mirador está abierto las 24 horas y es completamente gratuito, lo que lo convierte en un excelente plan para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Mirador El Saucillo
A tan solo 30 minutos de Zimapán, Hidalgo, y a tres horas en coche desde la Ciudad de México, el mirador de Rancho El Saucillo te ofrece vistas espectaculares de las montañas rocosas, la exuberante vegetación y la impresionante Presa Zimapán. Pero este lugar es mucho más que un mirador. Además de las vistas, cuenta con un pequeño museo dedicado a las plantas locales, donde podrás conocer la flora típica de la región y su relación con el entorno. A lo largo de los senderos, descubrirás pinturas rupestres, y en el museo, una réplica de un fardo mortuorio de 2,000 años de antigüedad, que te sumergirá en la historia chichimeca. El acceso al mirador, los senderos y el museo cuesta solo $50 pesos, y está abierto todos los días de 7:00 a.m. a 6:00 p.m. Sin duda, un destino perfecto para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y conocer más sobre la historia local.
Mirador Cuatro Palos
Ubicado a 2,700 metros sobre el nivel del mar, el Mirador Cuatro Palos te ofrece una vista impresionante de la Sierra Gorda de Querétaro. Desde aquí podrás admirar montañas que se pierden en el horizonte, valles profundos y, en días despejados, hasta la Peña de Bernal. Este mirador es famoso por sus amaneceres y atardeceres, que te dejarán sin aliento. Además de disfrutar del paisaje, puedes aprovechar para hacer senderismo, observar aves, tomar fotografías o simplemente relajarte en plena naturaleza. Se encuentra a unos 12 kilómetros de Pinal de Amoles, a unas tres horas de la CDMX. Para llegar, debes tomar la carretera federal 120 San Juan del Río – Xilitla y desviarte hacia la comunidad de Cuatro Palos, donde un camino de terracería te llevará hasta el mirador. Lo ideal es visitarlo entre noviembre y mayo, durante la temporada seca, para disfrutar de un clima más agradable y vistas despejadas. El acceso cuesta $80 pesos por persona y el lugar cuenta con zona de acampado y cabañas. Está abierto todos los días de 6:00 a.m. a 7:00 p.m. Otro lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la belleza natural de la región.
Peña del Cuervo
Peña del Cuervo se ubica dentro del Parque Nacional El Chico, en Hidalgo, a solo una hora y 45 minutos de la CDMX. A diferencia de otros miradores, llegar a la cima es sencillo gracias a una escalinata de piedra que te lleva directamente a la plataforma de observación. Desde ahí, podrás disfrutar de impresionantes vistas de montañas y bosques, así como del Pueblo Mágico de Mineral del Chico, y formaciones rocosas como ‘Las Monjas’ y ‘Los Frailes’. Se cree que este lugar ha sido un punto de referencia para las comunidades indígenas desde tiempos prehispánicos. La entrada al mirador está incluida en el boleto de acceso al parque, que tiene un costo de $39 pesos, y el parque está abierto las 24 horas, lo que lo convierte en un excelente destino para disfrutar de la naturaleza en cualquier momento del día.
Atrévete a subir y disfruta de vistas impresionantes.