Si tuviéramos que elegir el pueblo más ‘marciano’ de México, podríamos decir que es Cuatro Ciénegas, en Coahuila. Este Pueblo Mágico es realmente especial gracias a su biodiversidad única y paisajes sorprendentes. Lo más curioso es que, aunque está en un valle en medio del desierto, es hogar de uno de los micro-universos acuáticos más asombrosos del mundo y es refugio de muchas especies endémicas, lo que le ha ganado el apodo de la ‘Galápagos mexicana’. Sus paisajes naturales son asombrosos y muy diversos entre sí, pero vayamos por partes, empezando por uno de los más impactantes: sus minas de mármol.


Te puede interesar: Parece Medio Oriente, pero es el Pueblo Mágico más cercano al Cañón del Sumidero
Minas de mármol en Cuatro Ciénegas
Las minas de mármol están a 23 kilómetros de Cuatro Ciénegas, en la Loma de San Marcos, y son conocidas por su impresionante geometría y gran volumen. Aunque se les llama ‘minas de mármol’, en realidad están formadas principalmente por travertino, una roca sedimentaria muy similar al mármol. En sus capas se pueden ver los vestigios de miles de años de historia. Aunque por muchos años fueron explotadas, en los 90 se declaró una zona de protección ambiental, lo que detuvo la extracción para convertirse en un atractivo turístico. Además de admirar los bloques y subirte a ellos, notarás que algunos están decorados con esculturas de dinosaurios hechas con arte huichol. También podrás disfrutar de un videomapping proyectado sobre sus muros. La entrada tiene un costo de $120 por persona, y dentro puedes contratar un guía que te explicará cómo se formaron estas impresionantes placas. Se recomienda visitarla temprano por la mañana o al final de la tarde para evitar el calor extremo.



La Poza Azul y las ‘playitas’ Cuatro Ciénegas
Otro imprescindible de Cuatro Ciénegas es la Poza Azul, famosa por su agua rica en minerales que le da un tono azul turquesa, el cual contrasta con las dunas del desierto. Esta poza alberga estromatolitos –formaciones rocosas creadas por microorganismos antiguos, esenciales para entender la evolución de la vida en la Tierra–, así como especies endémicas como la mojarra de Minckley, la tortuga negra acuática o la tortuga de bisagra. En la misma zona están las ‘Playitas de Cuatro Ciénegas’, un conjunto de pozas de agua también azul turquesa que abarcan unas mil hectáreas. Aunque no se puede nadar, el objetivo de visitar estas maravillas naturales es disfrutarlas con un enfoque responsable y ambiental. Aquí puedes pasear en kayak, recorrer la zona en bicicleta o incluso hacer un picnic junto a las pozas.


Mucho más por descubrir en este Pueblo Mágico de Coahuila
Otros atractivos naturales de Cuatro Ciénegas son las impresionantes Dunas de Yeso, un paisaje desértico de unas 800 hectáreas cubiertas por montículos de yeso blanco que dan un toque surrealista al paisaje. También está el río Mezquites, a solo 15 minutos del pueblo, con aguas templadas y cristalinas perfectas para nadar y refrescarte. Y por supuesto, no puedes irte sin explorar el Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas, que tiene su propio encanto. Te recomendamos visitar la plaza principal donde está la Iglesia de San José, construida hace 200 años con piedra calcárea de estromatolitos; el Museo Casa Venustiano Carranza, donde nació y vivió de niño el líder revolucionario, y, por supuesto, probar platillos tradicionales como el cortadillo, la machaca y los tacos piratas.


¡Mucho por descubrir en este pueblo lleno de historia y maravillas naturales!