Anteriormente, ya hemos hablado de restaurantes speakesy en la CDMX, cuyo concepto prácticamente se refiere a que solo los encontrarás por recomendación de algún amigo o conocido y no por enormes letreros, publicidad o por una fachada llamativa. ¿La razón? Son creados específicamente para destacar por su sabor, por su calidad y por su concepto único más que por carteles o por tener una hostess en la entrada que te invita a entrar.
TAMBIÉN LEE: RESTAURANTES OCULTOS CDMX: SOLO LOS ENCONTRARÁS SI TE LOS RECOMIENDAN
El último –no es que haya demasiados en la CDMX– restaurante con esta filosofía de «boca en boca» que visitamos fue NOM. Para este punto, debemos decir que desde su apertura hace solo tres meses, se convirtió en uno de los lugares que más curiosidad no provocaban, pues sus excelentes críticas y su esencia misteriosa en seguida capturó nuestra atención.
Así que llegamos al lugar. Nos paramos justo frente al punto que marcaba nuestro GPS y –como ya lo imaginábamos– no vimos ni un letrero ni mucho menos algún indicio de que NOM estaba en el lugar. Confundidos comenzamos a mirar a todas parte y un amable trabajador nos preguntó si estábamos buscando el restaurante. Aliviados respondimos que sí, y en seguida nos indicó que teníamos que caminar hacia el fondo de lo que parecía una especie de callejón, para posteriormente encontrar la puerta de entrada.
Ahí estaba, detrás de una pequeña puerta pudimos ver la barra con 16 asientos. Desde un inicio, el amable Chef Alejandro Daboub, nos recibió con una sonrisa y nos pidió que nos sentáramos antes de comenzar.
El encanto de este refugio, es que posee una esencia íntima y cálida, casi como si estuvieras sentado en la barra de la cocina de un buen amigo o familiar. El Chef se encarga personalmente de atenderte y de explicarte con detalle los ingredientes de los platillos que vas a disfrutar, y es por ello que no podemos evitar pensar que al ir a este lugar no solo comerás delicioso, sino que podrás ser testigo de todo un espectáculo culinario ejecutado justo frente a tus ojos.
El menú de NoM cambia cada dos o tres días, con el fin de que en cada visita puedas probar algo completamente diferente. Únicamente su waffle de foie gras con trufa permanece fijo dentro de su menú omakase –a elección del Chef– de ocho tiempos, que te permitirá relajarte y disfrutar mientras te consienten con platillos únicos, elaborados con ingredientes frescos para dar como resultado un juego de sabores que destacan por su armonía e innovación.
Nuestra cena se dio por inaugurada con una copa de vino Blanco De Cruz 2017, que sirvieron junto con una rebanada de pan rústico para acompañar nuestro primer tiempo: unas Navajas con mantequilla de la casa y chupito de mojito. El maridaje del trago y el platillo era extraordinario.
Como segundo tiempo, nos deleitaron con un espectacular hamachi con vinagreta de yuzu, espolvoreado con panko y nori. El pescado era excepcionalmente fresco y la vinagreta una verdadera delicia. Ambos se combinaban a la perfección para dar como resultado sazón y frescura que deleita a todo paladar que lo pruebe.
Posteriormente, el amable personal de NoM cambió nuestra copa de vino para servirnos un Las Nubes Kuiiy del Valle de Guadalupe –es necesario aclarar que todos los vinos que se sirven son mexicanos–. Para maridar este platillo, el Chef Alejandro nos sirvió una langosta pochada con huatape de camarón. El sabor a mar estuvo muy presente en este tiempo y por su puesto que eso nos enamoró.
A los pocos minutos, probamos la canasta de hongos bañada con aceite de trufa y una base de panko con queso de piedra. Una combinación que evidentemente era ganadora para nosotros –fieles enamorados del queso de piedra y la trufa–. Un platillo muy aromático pero que al mismo tiempo no opacaba en lo absoluto el sabor de los hongos, el cual estaba muy presente.
En este punto, se llevó a cabo un cambió muy interesante en el maridaje, pues nos sirvieron un mezcal «Mezcaltitlán», que crearía una mancuerna única con el rollo de wagyu y poblano acompañado de ensalada de pepino, rábano y de brotes de maíz. Un homenaje a la cocina mexicana con el acento internacional de la carne wagyu.
Después del mezcal, probamos un vino Sophie de Nebbiolo, elaborado en Aguascalientes. Para la ceremonia de matrimonio, esta vez se optó por un pulpo con salsa de vino blanco, lentejas y echalotes. ¿Nuestro predilecto? El pulpo cocinado a la perfección y con un sazón excepcional.
Nuevamente se cambiaron las copas. En esta ocasión probamos un Inspiración de Nebbiolo que maridamos con una de las grandes estrellas de la noche: el waffle con foie gras, miel orgánica y trufa rallada. En seguida entendimos por qué es el plato fijo del lugar y uno de los más solicitados. Su contraste de sabores dulce con salado, mezcla de aromas y texturas es simplemente un manjar. Podríamos haber repetido una y otra vez este platillo.
Finalmente, llegó frente a nuestros ojos un bello postre llamado «Chocolate en dos texturas», el cual consistía en una espuma de chocolate con galleta –también de chocolate– y rebanadas de fresa. Ligero y con el dulzor exacto para no abrumar nuestro paladar. El broche de oro para una gran comida y una gran noche.
Ir a NoM es como ir a casa de algún amigo a cenar y a experimentar con la cocina, con los ingredientes y con los sabores. Ir a NoM es también ir más allá de cualquier estereotipo. ¡Coman, disfruten y compartan!
NOM Cocina Expuesta
DIRECCIÓN: ALEJANDRO DUMAS 125, POLANCO.
TELÉFONO: 8434 3888
SITIO WEB: FACEBOOK
