Imagina visitar una cafetería llena de historia en donde la comida es la protagonista de un recorrido a través de los sabores de Budapest. Se llama Café Cukrászda y lo puedes encontrar en el corazón de la Condesa. Este lugar es perfecto para darte un apapacho con los mejores postres húngaros de la CDMX. Estamos seguros que su pintoresca decoración te hará viajar en el tiempo.
¡Come, bebe, disfruta y comparte!
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Budapest es una ciudad de encanto que se entrelaza entre la modernidad y la tradición húngara. Su belleza se basa en sus dos puntos que la dividen por el nombre, en el oeste se centra la parte de más antigua y entra en la zona de ‘buda‘; mientras que en ‘pest‘ se encuentra la modernidad. Aunque ambas están divididas por el río Danubio, sus similitudes solo se distinguen por las costumbres locales, sin embargo la belleza de Budapest es incomparable.
Es por eso que no es de extrañarse que en Café Cukrászda encuentres diversos objetos entre la decoración que llamarán tu atención, como violines, marcos y cerámica llena de historia y tradición. Esta cafetería tiene un encanto del Budapest de los años 30; rinconcitos llenos de encanto en donde las cocineras ofrecían productos caseros todo de sus huertos, elaborados al día.
Café Cukrászda tiene en su carta infusiones, té y café que se sirven al estilo Budapest. Por ejemplo: el café Vienés que es un espresso largo con crema batida y cocoa en polvo; café turco servido con algún endulzante natural y tisanas de flores y cítricos. Además de su vasta carta de bebidas este lugar se caracteriza por los postres. Rebanadas de clásicos y sustanciosos pasteles como: Sacher, una torta de chocolate y chabacano gluten free, Dobostorta, un pastel en capas relleno de chocolate y caramelo craquelado; Zserbo; pastel en capas de nuez con mermelada hecha en casa de naranja y chabacano cubierto de chocolate y el clásico strudel de manzana.
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También tienen una carta especial para el té en la cual ofrecen, polvorones, merengues, cuernitos de almendra y diversa variedad de galletas. Nuestra favorita es la Csokis, galleta de pasta ischler rellena de chabacano y chocolate obscuro. El menú forma parte de las recetas familiares de la creadora de este concepto: Gabriela Biringer. Quién gracias a su madre aprendió el oficio de la repostería y ahora es uno de nuestros spots favoritos en la ciudad.
Café Cukrászda es casi como una foto antigua para Gabriela, ya que toda la decoración tiene la esencia de su familia, tanto en las fotos (retratos familiares) como en las vajillas traídas de Hungría y la decoración mezclada entre sus vivencias. Aquí te vas a sentir como en casa de un amigo. Sin duda, este lugar es el escaparate perfecto para transportarte a otro lugar en medio del caos de la ciudad y comer delicioso.