La Santa María la Ribera fue uno de los primeros desarrollos urbanos que se construyeron como parte del proyecto de expansión de la Ciudad de México a mediados del siglo XIX. Así pues, pasear por sus calles apacibles y de atmósfera residencial es descubrir construcciones que cuentan la historia del barrio, desde edificios modernos hasta antiguas casonas que han sido testigo del paso del tiempo y de la evolución de la colonia. En una de sus calles arboladas se encuentra Casa Santa María, una antigua recidencia de estilo ecléctico que hoy alberga un restaurante muy familiar perfecto para pasar la tarde los domingos.
La cocina de Casa Santa María se caracteriza por su propuesta honesta claramente inspirada en los sabores y las recetas más clásicas de los hogares mexicanos, pero con tintes internacionales y algunos guiños más gourmet. Y es que este menú ecléctico está diseñado para consentir a todos los gustos del mismo modo que se haría en las casas de las abuelas en las comidas los fines de semana. Desde exquisitas gorditas de chicharrón y pulpo, caldo tlalpeño y crema de poblano, hasta espagueti a la boloñesa, ensaladas, pizzas de masa madre al horno de piedra e incluso cortes como Rib Eye y Picaña, en este restaurante familiar en la Santa María la Ribera hay algo para todxs.
El ambiente cálido y hogareño de Casa Santa María lo convierte en el lugar perfecto para distintas ocasiones, ya sea una comida familiar, una reunión con amigxs o incluso una cita romántica. En caso de buscar un detalle extra especial, te recomendamos asistir los viernes, pues cada 15 días tienen noches de jazz en las que la atmósfera es particularmente mágica. Dependiendo de dónde elijas sentarte, la experiencia puede variar muchísimo: los salones interiores —con un diseño ecléctico que combina la arquitectura original de la casa con herrería de los años 50 y coloridos murales contemporáneos— son ideales para las noches más frescas, mientras que el jardín se disfruta mucho en las mañanas despejadas y el patio es ideal para las tardes soleadas.
Por otro lado, los fines de semana abren para el desayuno y podrás llegar desde temprano y empezar a hacerte agua la boca desde una cuadra antes con el aroma del pan que se prepara en casa. En caso de estar buscando opciones relajadas para hacer el brunch dominical en familia, aquí tienen platos para consentirte mucho como los chilaquiles de cochinita pibil, las enmoladas y el omelette de jamón ibérico con queso de cabra.
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