No se puede hablar de la gastronomía mexicana sin mencionar la comida callejera, esos gustos culposos presentes casi en cada esquina de las grandes ciudades, de inigualable sabor e inherentemente representativos de la cocina nacional. A cargo del Chef Gerardo Soto, Colmillo Masaryk rinde un homenaje a la comida callejera del norte de México, reinventándola en un exclusivo menú contemporáneo en el que la carne es el elemento principal. Si quieres saber más sobre este nuevo restaurante de Polanco que no deja de conquistar paladares, sigue leyendo.
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La historia de Colmillo se remonta al año 2016 cuando, bajo la iniciativa del chef Gerardo Soto y la arquitecta Alejandra Sarmiento, el restaurante abrió sus puertas en Monterrey con un concepto de ‘steakhouse’ contemporánea. Por su excelencia gastronómica y su original diseño arquitectónico, rápidamente se convirtió en un referente culinario de cortes de calidad, platillos golosos y coctelería de autor, experiencia que ahora llega hasta la CDMX en su nueva sede Colmillo Masaryk.
Colmillo Masaryk es un ejemplo de cómo un espacio puede representar idóneamente su concepto gastronómico. Rescata la esencia del norte de México, Nueva York y Los Ángeles dentro de un establecimiento elegante y sutil, pero manteniendo una atmósfera relajada de servicio acogedor. Inspirado en el funk de los años 70’s, su interiorismo detenta una espectacular selección de arte contemporáneo mexicano, hermosos acabados en cobre y mármol, sillas de terciopelo y luces cálidas.
Si se tuviera que definir el menú de Colmillo, la expresión perfecta sería llamarlo como ‘sumamente adictivo’. Encuentra el balance perfecto entre ese sabor de calle característico de México y la contemporaneidad técnica de un restaurante de alta cocina. Es el lujo de la comida callejera dentro de un menú rebelde y exclusivo que, si bien destaca los cortes y tacos, ofrece también variedad de botanas, sashimis y tostadas, especialidades de mar, postres y coctelería de autor.
Uno de los platillos estrella de Colmillo Masaryk es la ‘Col Asada al Carbón’ – preparada con aderezo de carne, pistache, queso parmesano y aceite de trufa -, ofrece una exquisita fusión de sabores que será la manera perfecta de iniciar tu comida, así como un verdadero deleite para tu paladar. Si prefieres las entradas más tradicionales, encontrarás en el menú un ‘Guacamole Bar’ completamente personalizable, elaborado directamente frente a tu mesa con los toppings de tu preferencia, ya sea chicharrón prensado, cuadritos de panela, espárragos asados, pistache o quesillo de Chiapas.
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Como platillo principal te recomendamos probar alguno de los cortes de carne, todos seleccionados del programa Black Angus y con denominación Higher Choice, al igual que certificados por la USDA. Son garantía de un producto de calidad cocinado a la perfección, que podrás acompañar con sus especiales salsas, ya sea la clásica de mantequilla de ajo rostizado con tuétano y trufa, o bien el aderezo de carne y piquín en salsas negras.
Otra excelente opción de plato fuerte es el ‘Pollo Black’, preparado con aceite de habanero y acompañado de papas Galeana, es ideal para pedir al centro de la mesa y compartir. Si eres de los que no pueden resistirse a las especialidades del mar, tienes que probar el ‘King Crab’ asado a la parrilla con mantequilla de ajo rostizado, aderezo de talla y pan con caviar irani. Una delicia.
Es imperdonable irse de Colmillo Masaryk sin antes probar alguno de sus postres. Golosos, abundantes y creativos, los hay para todos los gustos y antojos. Ya sea que optes por pedir su famoso ‘Pastel de Boda Tres Leches’ con plátano y cajeta, sus originales ‘Ferreros Fritos’, o su ‘Pay Casero de Limón’, le darás un delicioso cierre a tu comida.
