Quien ha visitado Mazatlán, Sinaloa sabe que esta ciudad es considerada como uno de los destinos turísticos más bonitos de México gracias a su gastronomía, playas, su Plazuela Machado y otros atractivos como El Faro–un mirador–y La Cueva del Diablo. Siendo esta última uno de los lugares más visitados por turistas nacionales y extranjeros, quienes desean conocer los mitos y leyendas que giran en torno a ella. Algunos muy espeluznantes y llenos de misterio.
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Este atractivo turístico se encuentra ubicado en el Paseo Claussen, en Olas Altas frente a la Glorieta Sánchez Taboada–a la que se puede llegar a través de taxis, camiones, Uber o las famosas pulmonías–. Ya aquí llama la atención su formación rocosa y su rejilla color rojo que tiene la leyenda ‘cueva del diablo’ y la cara de esta criatura y que parece impedir la entrada a este lugar a toda costa.
Aunque en la actualidad, La Cueva del Diablo en Mazatlán es considerada un sitio imperdible para quienes visitan está ciudad, según los mitos y leyendas que giran en torno a ella demuestran que anteriormente era todo lo contrario. Hay historias que cuentan que en este lugar se practicaron rituales satánicos y que incluso se aparecía Lúcifer. Luego de esta narrativa surgieron otras leyendas igual o más aterradoras.
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Una de las leyendas que más conmocionó a los habitantes y que incluso hoy en día se ha pasado de generación en generación es la historia en la que se dice que durante el carnaval–celebrado en febrero–dos jóvenes turistas fueron atraídas por un hombre apuesto–a esta cueva–y nunca más salieron. Sin embargo se dice que su nombre surgió a raíz de una explosión de dinamita y lo que sí es seguro es que La Cueva del Diablo en Mazatlán ya es uno de los lugares más visitados
